Namkhai Norbu Rinpoche es su nombre. Detrás de su pinta de abuelito bonachón se esconde un eminente erudito de la cultura tibetana y un maestro que constituye una figura única dentro del panorama espiritual contemporáneo. A lo largo de los años, su fama se ha extendido por todo el mundo debido al extraordinario valor de su investigación acerca de la filosofía vital del Tíbet y también como maestro del Dzogchen, una enseñanza ancestral, auténtico patrimonio de la humanidad de la cual él es uno de los más grandes representantes todavía vivos.

Durante más de 50 años, Namkhai Norbu ha dedicado su vida a transmitir las enseñanzas del Dzogchen, un término tibetano que significa "perfección total" a miles de personas en todo el mundo. Ahora abrirá una nueva ventana en Tenerife, después de sus exitosas apariciones anteriores.

Namkhai Norbu Rinpoche imparte desde ayer y lo hará hasta el próximo al 3 de febrero enseñanzas sobre Lonsal Rushan en Dzamling Gar, la sede central de la Comunidad Dzogchen Internacional, que se encuentra situada en Playa Paraíso, dentro del municipio sureño de Adeje.

El Longsal Rushan versa sobre la oportunidad de "distinguir la mente de la naturaleza de la mente". Es el punto de partida de la forma contemplativa Dzogchen: "Los Rushen son unos métodos excepcionales para descubrir nuestra naturaleza real, superando limitaciones creadas por nosotros mismos, y distinguiendo de forma directa y rápida la naturaleza de la mente".