José Luis Martí se mostró muy orgulloso por "el trabajo" que realizaron sus jugadores ayer en el Ramón Sánchez Pizjuán. Solo echó en falta más decisión en el momento de tratar de resolver las pocas opciones ofensivas que crearon. Por ese motivo, calificó como "normal" el 0-0 ante el Sevilla Atlético.

"Salgo satisfecho por el esfuerzo, por el trabajo y por la personalidad de un equipo que fue valiente y tuvo ambición", comenzó diciendo el entrenador del Tenerife, quien no dejó fuera de su análisis la escasa producción de los blanquiazules en ataque. "En los últimos 15 metros no tuvimos agresividad para crear oportunidades", dijo para añadir que, "tal vez", sus jugadores pecaron de "ingenuidad".

Martí destacó que el Tenerife supo defender "lejos de la portería" para "incomodar" al adversario en el intento de salir con el balón controlado. "Cuando tuvimos la posesión para tocar y llegar, nos faltó finalizar, tirar y buscar la puerta, sobre todo en la primera mitad, en la que dispusimos de tres contragolpes. Pero no pudo ser, así que me quedo con la parte positiva de no encajar".

El técnico balear confesó que, en cierto modo, se sentía "triste" porque le habría gustado ganar, aunque "con los pocos tiros" que realizó su equipo, le pareció "normal" que se produjera un 0-0.

En cuanto a las sustituciones, explicó que intentó darle un impulso al juego del Tenerife con la entrada al campo de Antony Lozano, Omar Perdomo y Tyronne. "Ante un rival que maneja tan bien el balón como el Sevilla Atlético, quisimos presionar en todo el campo", argumentó para explicar el "cansancio" de algunos blanquiazules. "Luego pusimos gente con frescura y remate para buscar alternativas".

Uno de esos suplentes fue el debutante Tyronne, al que Martí evaluó en la sala de prensa. "Va conociendo nuestra idea poco a poco. Adquirirá el ritmo de los partidos a medida que pasen las jornadas".

Por último, antes de apuntar que "es probable" que el club cierre "uno o dos fichajes" más en el mercado de invierno, habló sobre el regreso al que fue su estadio durante su etapa como futbolista del Sevilla. "Lo que diga será poco por cómo me trataron la entidad y la afición".

"Supimos controlar al Tenerife y su contragolpe"

Diego Martínez tenía la lección aprendida de cómo frenar al Tenerife. Sabía que su oponente iba a esforzarse en recuperar el balón para atacar con velocidad, y en ese aspecto, no le salieron mal los planes. "Supimos controlar al rival y a su contragolpe", dijo el técnico sevillista, que ya estaba "previamente avisado" de la fórmula que iba a aplicar José Luis Martí.

Pero el Sevilla Atlético no supo completar esa parte del trabajo con una mayor contundencia en ataque. "Nos faltó efectividad ofensiva".

Con todo esto, Martínez recordó que "cuando no se puede ganar, lo segundo mejor que puedes hacer es sumar". En este caso, opinó que el filial no realizó ayer su mejor actuación. "Nos costó entrar ante un adversario que nos puso las cosas muy difíciles desde el principio", declaró. "Las interrupciones fueron constantes", lamentó.