El Instituto de Política Familiar (IPF), una organización provida, ha denunciado hoy que Canarias se sitúo el año pasado como la segunda comunidad con mayor tasa de abortos, ya que en las islas fueron interrumpidas de forma voluntaria una de cada cuatro gestaciones (el 24,4 %).

Según los datos de esta organización, en Canarias se practicaron el año pasado 5.211 abortos, lo que eleva a 86.493 los registrados en las islas desde 1991, cuando se despenalizó la interrupción del embarazo en varios supuestos concretos.

Además, sostiene que el archipiélago es la cuarta comunidad con más mujeres que han abortado más de una vez: el 40,7 por ciento.

El IPF ha criticado hoy el "crecimiento espectacular" de los abortos químicos registrados en España, que han pasado del 5,4 por ciento en 2010 al 18,5 por ciento en 2015.

El presidente del IPF, Eduardo Hertfelder, explica que los datos oficiales son incompletos y no reflejan la realidad del aborto en España, puesto que hay comunidades autónomas, como la de Madrid, que no registran los abortos químicos ni disponen de protocolos de seguimiento.

Hertfelder estima que en España se realizaron 133.500 abortos en el año 2015 -un número superior a los 94.188 registrados por el Ministerio de Sanidad-, incluyendo los abortos químicos (5.800 no registrados) y los debidos a la píldora del día después (33.500).

"La tendencia a la quimicalización del aborto no sólo pretende desdramatizar el problema, sino también invisibilizarlo", sostiene Hertfelder, quien exige a las comunidades autónomas que "cumplan con su obligación de transparencia" y ofrezcan los datos completos de abortos de sus regiones.

El presidente del IPF reconoce que "es muy difícil afirmar cuántos de los 700.000 consumos anuales de la píldora del día después acaban en abortos", pero indica que ésta tiene un doble efecto: antiovulatorio y anti-implantatario, de manera que "es o puede ser abortiva y se está dispensando sin ningún tipo de control administrativo ni sanitario".

En el informe "El aborto en España treinta años después (1985-2015)", señala que en este periodo se produjeron 2.103.430 abortos, "una cifra que es superior a la población conjunta de las Comunidades de Navarra, La Rioja y Cantabria".

En 2015, se registraron 94.188 abortos, lo que significa que se produjo una interrupción voluntaria del embarazo cada 5,5 minutos, casi once cada hora y casi 258 cada día.

Para Hertfelder, el aborto destruye capital humano en una proporción creciente, es un freno para la natalidad, además de favorecer el envejecimiento poblacional y la inversión de la pirámide poblacional.

El estudio destaca que el número de abortos que se produce en un año es equivalente a más de un tercio del déficit de natalidad que tiene España.

Las interrupciones voluntarias del embarazo que se producen en un año equivalen a la desaparición de más sesenta colegios de tamaño medio (1.500 alumnos) en España cada año por falta de niños, resalta el Instituto.

Además, afecta especialmente a la juventud de manera que ocho de cada diez niñas menores de 15 años que se quedaron embarazadas abortaron.

El IPF considera necesaria "una apuesta decidida por la vida" y reivindica políticas públicas que garanticen el derecho del niño en el periodo prenatal y el derecho de la mujer a la maternidad, removiendo los obstáculos que lo impidan, así como la inclusión expresa del aborto como violencia contra la mujer y el niño.

Entre otras medidas, reclama la derogación de la actual ley del aborto, la puesta en marcha de un plan nacional sobre natalidad, el desarrollo de campañas de sensibilización sobre la maternidad, la creación de centros de ayuda y atención a la mujer embarazada y el aumento de la prestación por hijo a cargo.