Un grupo de trece turistas de nacionalidad francesa tuvieron que pernoctar del domingo a ayer, lunes, en la residencia del antiguo acuartelamiento El Fuerte, en el municipio de Breña Baja, por la falta de camas libres para esa noche en los establecimientos alojativos de la Isla.

La rocambolesca situación se produjo después de que un vuelo procedente de París y que tenía que regresar a Francia horas más tarde, con escala en Gran Canaria y con 174 personas a bordo, sufriera problemas técnicos que le impidieron despegar del aeropuerto de La Palma. Los pasajeros fueron informados en principio de que otro avión sería desplazado a la Isla durante la tarde del mismo domingo para continuar con la ruta programada, una previsión que con el paso de las horas se demostró inviable.

Tras confirmarse definitivamente que los viajeros se quedaban en tierra hasta la mañana del lunes, personal de la compañía Iberia, responsable del handling (la asistencia en tierra a aeronaves) del avión, y de la empresa Poseidón, receptivo en la Isla de los turistas afectados, comenzaron a buscar contrarreloj plazas libres en las diferentes instalaciones alojativas con las que cuenta La Palma, lo que de forma desperdigada y después de una ardua labor de contactos lograron para un total de 161 pasajeros.

Trece pasajeros se habían quedado "colgados"; es decir, sin plazas de hotel o apartamento, aunque la intervención también del área insular de Turismo hizo que al menos se les permitiera pasar la noche en la residencia del antiguo acuartelamiento El Fuerte, un centro militar donde antaño había cientos de soldados y decenas de mandos y que ahora es apenas una mera unidad de apoyo.

El avión en busca de los 174 pasajeros aterrizó pasadas las ocho de la mañana de ayer en el aeropuerto palmero, despegando sobre las 9:20 horas.

Fuentes vinculadas a la operación del vuelo averiado manifestaron a esta redacción que la situación vivida deja al descubierto "que la isla de La Palma no cuenta con instalaciones hoteleras suficientes para solventar cualquier imprevisto que se pueda producir". "Imagine que surgen problemas con dos vuelos el mismo día, ¿dónde se quedan los clientes?", se preguntan.

Poseidón, que con los franceses actúa como representante del touroperador Thalasso, también es receptor de los turistas nórdicos, en nombre del Grupo Primera. Y es que La Palma está recibiendo durante estos meses una cantidad de visitantes inusual, debido básicamente a la situación de inestabilidad que se vive en otros mercados competidores, sin que haya sido capaz de aumentar, al menos de forma importante, sus plazas alojativas.

Está en juego fidelizar clientes.