La borrasca de lluvia, viento y fenómenos costeros que afectó a Canarias durante el fin de semana provocó ayer numerosas incidencias en forma de caída de ramas y árboles, problemas con el tendido eléctrico, cierre de carreteras y cancelaciones en aeropuertos de la provincia tinerfeña.

En Tenerife, lo peor de la borrasca se produjo a primera hora de la mañana y gran parte de los incidentes se registraron en La Laguna, con caída de árboles, cableado eléctrico y vallas -provocando que una familia quedara atrapada al bloquearse la única vía para salir de su casa- así como derrumbes, como el que se produjo en Punta del Hidalgo y que obligó a cortar el tráfico.

En Gran Canaria, el temporal se cebó con la costa y la cumbre, por lo que el Cabildo hizo un llamamiento a la población para no circular por las carreteras de la Isla, principalmente por las del centro y el norte, debido a su peligrosidad, al viento y a la multitud de incidencias que se registraron con farolas, ramas y otros obstáculos que cayeron en la vía, así como por la caída del tendido eléctrico. Hasta siete carreteras permanecieron cortadas por los efectos de la borrasca y unas 200 familias de Arucas se quedaron sin suministro eléctrico.

Los efectos de la borrasca también se notaron en La Palma, con varias inundaciones en viviendas, apagones eléctricos y un gran desprendimiento en el kilómetro 39 de la carretera del Sur (LP-2). También se procedió al cierre al tráfico de la carretera LP-214 que da acceso al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente por Los Brecitos, debido a la crecida del barranco de Las Angustias, y la carretera de Mendo (LP-210). En Fuencaliente se llegaron a registrar vientos de hasta 145 kilómetros por hora y a los 121 litros de lluvia por metro cuadrado en el barrio capitalino de Miraflores.

En La Gomera se produjeron desprendimientos en algunos puntos de la Isla. Aunque no fueron cerradas, se recomendó no circular por las vías que transcurren por zonas de monte y por las no pavimentadas debido a posibles caídas de ramas y al mal estado de la calzada.

En El Hierro, el viento causó desprendimientos, daños en mobiliario urbano, caída de árboles y muros de piedra y se desplomó un balcón en una calle de la capital.

Entre las incidencias más destacadas en Fuerteventura están la rotura del techo del terrero de lucha de Puerto del Rosario y la caída de vallas. En Lanzarote, por su parte, la incidencia más importante tuvo lugar en el puerto de Arrecife, donde por la mañana hubo dificultades para atracar.

En cuanto las conexiones aéreas, la niebla y el fuerte viento que afectó a los aeropuertos canarios provocó la cancelación de hasta catorce vuelos y un total de cinco desvíos, tanto de vuelos nacionales como interinsulares. Respecto a las conexiones marítimas, en el mar se registraron olas de más de cuatro metros y rachas de viento que superaron los 100 kilómetros a la hora, hasta el punto de que varios puertos tuvieron problemas para operar durante toda la mañana de ayer, domingo.

La borrasca que azotó al Archipiélago canario trajo fuertes vientos que durante la madrugada del domingo alcanzaron velocidades máximas de más de 100 kilómetros por hora en algunos puntos de las islas, como en alto Igualero (Vallehermoso), mientras que en Izaña, en el Parque Nacional del Teide, se registraron rachas máximas de 140 kilómetros por hora, si bien en la capital herreña, Valverde, se llegaron a registrar 126 kilómetros por hora.

La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias dio por finalizada la situación de alerta por lluvias, viento y fenómenos costeros a última hora, aunque mantiene la situación de prealerta por este último fenómeno.