La muy baja calidad del hormigón utilizado en la construcción del inmueble hace 43 años y las modificaciones realizadas en el local A afectando a su estructura son las causas señaladas por los dos estudios técnicos, encargados por el Ayuntamiento de Arona, del colapso del edificio Julián José, sito en el número 12 de la calle Amelia Alayón de Los Cristianos. Estos documentos forman parte de las diligencias previas abiertas en el Juzgado Número Tres de Arona, en las que aparecen con la condición de investigados dos directivos de la entidad bancaria Banesto y el empresario que habilitaba el referido local para instalar una perfumería.

En el mismo juzgado se encuentran depositados 600.000 euros por parte del arquitecto redactor del proyecto en cuestión a fin de atender cualquier contingencia que pudiera afectarle en este procedimiento.

El edificio Julián José "permaneció hasta 2004 sin manifestar lesión alguna". El informe elaborado por Atlante especifica que "las actuaciones en las que se eliminaron paredes fueron determinantes en dañar el edificio hasta su ruina, en concreto la actuación que se produjo en el Local A en 2003". El mismo documento refleja que "debería haber servido de advertencia el hecho de que la entidad financiera se trasladara a finales de 2006 principios de 2001, dejando el local de su propiedad como en letargo y sin actuar sobre él, hasta proceder a su venta en 2016".

En 2004 hubo un estudio a raíz de la aparición de algunas grietas. Atlante refleja en el suyo que la comunidad de propietarios no reparó los daños que se manifestaron entonces, 12 años del derrumbe del edificio.

Esta empresa analizó 14 pilares, de los que tres "no cumplirían en cuantía de armadura". Los mismos "coinciden con la zona del colapso". Además, puntualiza que el proceso degenerativo de los materiales o el agotamiento de su vida útil no explica la calidad de ese material. "Su defecto parte en origen del proceso constructivo".

El informe emitido por Intemac alude a la existencia de una vivienda "a modo de ático" no prevista, pero "no ha sido la acusa directa del hundimiento".

Al referirse al diseño y a la realización del inmueble señala una "ejecución poco cuidada" que "con una resistencia del hormigón no justificarían un fallo como el ocurrido". Pero de su análisis de lo sucedido y de todos los aspectos esenciales, Intemac deduce que "la causa más probable que produjo el hundimiento fue el fallo de un pilar por una deficiente calidad del hormigón de éste".

En esa línea, este equipo técnico explica que "la modificación en la distribución de las tabiquerías, como las que posiblemente se estuvieran llevando a cabo en el local de la planta baja, podría haber sido el desencadenante".

Cabe recordar que el Local A estaba siendo objeto de obras la mañana en la que el edificio Julián José de Los Cristianos se vino abajo parcialmente, cuando la mayoría de sus moradores habían abandonado las viviendas por motivos laborales y personales.

frases

Intemac señala que "cabe concluir que el hundimiento del edificio se debió a una muy baja calidad del hormigón de los pilares"

"El desencadenante del hundimiento pudo haber sido cualquier redistribución de las tabiquerías interiores del inmueble"

Atlante alude a que el hormigón tenía "muy bajo contenido en cemento" lo que "explica por qué el hormigón se desprende de las barras de anclaje como si fuera mantequilla en un cuchillo caliente"

La obra en la oficina de Banesto es señalado como el posible punto inicial de los problemas de la edificación. Entonces se produjeron unas grietas. "No es creíble que las lesiones no evolucionaran en el tiempo a peor", especifica el informe.

El edificio número 12 de la calle Amalia Alayón y de la trasera calle Valle Menéndez (Los Cristianos, Arona) se desplomó en su mayor parte a las 9:31 horas del jueves, 14 de abril de 2016, causando la muerte de siete personas y el desalojo de unas 90, incluidos los edificios colindantes: Bruno, Linares, Chicharro y Porlamar. Cinco días después regresaron 38 de los afectados a sus casas, permaneciendo quienes residían en el inmueble que colapsó realojados en un hotel a cargo del Ayuntamiento de Arona. Los mismos reciben la ayuda económica del consistorio y del Gobierno de Canarias para hacer frente a los gastos de su posterior alojamiento.

La jueza tomó declaraciones a un grupo de personas, entre ellas a quien fuera director de la oficina de Banesto que estuvo emplazada en el Local A así como a quien era la presidenta de la comunidad en el momento en que la entidad realizó obras en tal recinto. En una comunicación a los vecinos del bufete de abogados que les asesoró, en julio de 2016 ya se advertía que en el ayuntamiento "no consta licencia ni solicitud de obra que se corresponde con el momento en que la entidad bancaria ejecutó los trabajos en 2014".