El futuro de los nuevos quioscos de la playa de Las Teresitas comienza a vislumbrarse, mientras continúan las protestas de los dueños de los actuales establecimientos a las puertas del Ayuntamiento de Santa Cruz. La Dirección General de Costas ha propuesto al Consistorio de la capital una "solución transitoria", similar a la que ya se aplica en algunos puntos del sur de la Isla: los servicios de temporada.

En este caso, la idea que ahora tiene que aceptar y solicitar el ayuntamiento al organismo estatal incluye también la gestión de las hamacas de la playa, otro de los servicios de temporada -acaban cada mes de diciembre- a los que podría optar la administración local.

Una vez aceptada la concesión de estas instalaciones de temporada por parte de la Dirección General de Costas, con las limitaciones oportunas, el consistorio de Santa Cruz estará en disposición de licitar esos dos servicios durante la temporada 2017.

Respecto a los requisitos que deberán cumplir los nuevos chiringuitos, y según las fuentes consultadas ayer, serán similares a los que ya recoge el Plan Especial de Las Teresitas, aprobado de manera inicial, y que permite el reglamento de Costas para los servicios de temporada: estructuras desmontables, integradas en el entorno, de no más de 20 metros cuadrados, con cien metros de separación y en las que solo se podrán vender alimentos envasados. "No será el típico quiosco con las chapas de Seven Up", enfatizaron estas fuentes.

Estos aspectos que se aprueben ahora servirán de adelanto para el año 2018, cuando está previsto que se desarrolle el plan especial, documento que definirá las características definitivas de los futuros establecimientos. Si los plazos no se cumplieran y el citado documento se retrasara, el ayuntamiento tendría parte del camino andado para volver a solicitar en ese ejercicio los servicios de temporada.

Concejales de Izquierda Unida, Sí de Puede y Ciudadanos -el PSOE no acudió, aunque estaba avisado- se reunieron ayer con propietarios de los quioscos de Las Teresitas y con el representante legal de algunos de ellos, Felipe Campos, para analizar la situación generada tras el precinto de los cinco primeros establecimientos.

Según explicó Ramón Trujillo, edil de IU, las tres formaciones políticas presentes en la cita de ayer presentarán una moción conjunta en el próximo pleno municipal en la que defenderán que "aún existe margen" para resolver temporalmente el problema.

En concreto, se va a trabajar en dos vías: la de la licencia provisional y que se reconozcan ciertos méritos a los actuales propietarios en un futuro concurso.

Sobre el primer aspecto, y aunque tanto los Servicios Jurídicos Municipales como los de la Gerencia de Urbanismo han rechazado esta posibilidad, el edil de la oposición considera que "no han dicho que sea imposible, sino que dejan abierta una puerta y es que su funcionamiento depende de la voluntad política".

Vinculado a esta idea, y si el ayuntamiento piensa en una alternativa móvil provisional distinta a la del enfoque de la licencia provisional, aclaró Trujillo, entendemos que "no tendría sentido" que se dé entrada a otras empresas.

La segunda vía a explorar, y que recogerá la moción, tiene que ver con la posibilidad de que se reconozcan ciertos méritos a los actuales dueños de los chiringuitos en el futuro concurso que se convoque para adjudicar los nuevos establecimientos. "Queremos explorar los márgenes que nos permite la ley", indicó.

Trujillo reconoció que es un problema "que no tiene una solución fácil" y se quejó de las prisas del ayuntamiento en este asunto.