El mirador del Mazapé, en San Juan de la Rambla, costó 725.000 euros y se inauguró el 18 de marzo de 2005. Con unas vistas privilegiadas de todo el Norte de Tenerife, esta instalación preparada para funcionar como restaurante estaba llamada a convertirse en uno de los atractivos turísticos de la zona alta. Después de tres concesiones administrativas fallidas por el aislamiento y su difícil acceso, esta instalación del Cabildo de Tenerife está cerrada y abandonada desde 2011. En seis años, ladrones y vándalos han destrozado las instalaciones y se han ido llevando, poco a poco, lo que tenía valor. En la actualidad, el Mazapé es un mirador que da pena mirar. Está abierto de par en par y hace años que nadie se preocupa por él.

La alcaldesa, Fidela Velázquez (PSOE), asegura que "ahora sí hay voluntad de arreglarlo y el Cabildo tiene una partida de 70.000 euros para su mejora este año".

Esa pequeña inversión servirá para reponer parte de lo robado y arreglar desperfectos, pero si no se busca una idea que le dé atractivo y rentabilidad, el mirador del Mazapé seguirá siendo un monumento al despilfarro de dinero público y al abandono institucional.