Para recorrer el camino y llegar a destino es necesario planificar el viaje y llenar la mochila. Eso es lo que pretende COAG-Canarias con la realización de un primer estudio sobre el estado de la soberanía alimentaria en el Archipiélago, un concepto que va más allá del autoabastecimiento y que busca definir entre todos -ciudadanos, productores y consumidores- "qué y cómo queremos comer y de dónde debe venir lo que comemos", explica Manuel Redondo, responsable técnico de la organización agraria.

La mochila ya está llena con todo lo necesario, una exhaustiva recopilación de datos recogidos o elaborados por COAG. Este arsenal informativo demuestra que queda mucho por avanzar hasta el objetivo trazado. Solo una cifra da idea de la magnitud de la empresa: Canarias importa 3,1 toneladas de productos agrícolas y ganaderos por cada tonelada que exporta.

Las Islas se enfrentan a dificultades especiales para progresar hacia la soberanía alimentaria. El elevado precio del suelo rústico -el mayor del país-, la complicada orografía -que obliga al agricultor a un "esfuerzo titánico" para generar terrazas y bancales y justifica el carácter intensivo de las prácticas agrícolas-, la gran extensión de territorio protegido y la presión sobre el acceso al agua -de la que se deriva el temprano uso de desaladoras- son algunas de ellas.

La presencia de instrumentos que, como el Régimen Específico de Abastecimiento (REA), persiguen garantizar el suministro pero en ocasiones entran en conflicto con las producciones propias añaden complejidad a la aspiración de ampliar y consolidar el consumo local.

El principal producto de exportación es el plátano. Tras él figuran el tomate, los pepinos, las flores y plantasy el vino. Lácteos, carne o papas -un producto este último en el que Canarias era claramente exportadora en los años ochenta- constituyen el núcleo de los que entran en la región. Si el peso de las importaciones triplica el de las exportaciones, la diferencia en valor es de 4,3 veces. En cuanto a los abonos, lo que se importa supera en 166 veces el peso de lo que se exporta y en 96 veces el valor.

Las últimas décadas han traído consigo un continuo descenso de las explotaciones y de la superficie cultivada y, con ello, un ascenso de lo importado. El peso de la producción agrícola sobre el total de lo consumido en la región es de aproximadamente un 33%, en tanto que el caso de la ganadera es "aún más preocupante", ya que los productos locales representan apenas el 19% de la cifra global.

La superficie cultivada en las Islas supone solo un 0,24% de toda la española, una proporción incluso más baja que la relación entre la superficie total de las Islas y la del país, que es del 1,5%. La media canaria de producción ganadera, por su parte, es tres veces inferior a la nacional, como consecuencia, entre otras cosas, de la profunda caída del censo de cabras y conejos, que entre 2009 y 2011 había disminuido en hasta 40.000 y 20.000 cabezas, respectivamente.

"La reducción de la actividad agraria no es un fenómeno nuevo ni particular, sino que responde a una tendencia general que, en el caso de Canarias, puede verse aumentada por la existencia de una serie de condicionantes previos, tanto naturales como institucionales", argumenta COAG en el informe.

Los ejemplos concretos ayudan también a tener una visión global de la situación. El caso de las papas -cuya producción ha pasado desde más de 160 millones en 1985 a menos de 70 en 2010- es uno de ellos. La dependencia del exterior en los cereales es prácticamente absoluta: el 99% se importa, pese a que el Archipiélago dispone de "variedades muy interesantes" que convendría explorar, comenta Manuel Redondo.

Tras el diagnóstico deben venir las medidas. COAG-Canarias plantea la necesidad de establecer objetivos de autoabastecimiento y, a medida que se alcancen, ajustar el REA. Redondo reconoce que el actual Régimen Específico de Abastecimiento no es "el de hace diez años". "Ahora es más adecuado a la realidad, y es un instrumento que no hay que satanizar, pero todavía queda trabajo por hacer", advierte el responsable técnico de la confederación agraria.

La regulación del REA ha de ir acompañada, a juicio del sector, de medidas de apoyo a la producción local. Algunas están ya en marcha, como "Crecer juntos", el proyecto de vinculación entre el turismo y el campo que ha promovido el Gobierno regional. Los acuerdos "estables" con la gran distribución -"para que todos ganemos"- permitirán también reducir la intermediación y acortar la distancia entre el precio final del producto y lo que recibe el agricultor -actualmente el segundo percibe un euro por cada 2,26 que paga el cliente-, sin que ello repercuta sobre el consumidor.

COAG cree preciso impulsar la producción ecológica y la venta directa y, de hecho, trabaja en la elaboración de una guía de puntos donde el cliente puede adquirir la mercancía de manos del agricultor o el ganadero.

La confederación quiere que la segunda edición del estudio sea más amplia e incluya más información propia, aunque el propósito seguirá siendo el mismo: "identificar debilidades" para formular propuestas que propicien una Canarias más soberana desde el punto de vista de la alimentación.

las cifras

3,1 Por cada tonelada de productos agrícolas y ganaderos que Canarias exporta se importan 3,1.

0,24% La superficie cultivada en el Archipiélago supone solo el 0,24% de la española.

33% La producción agrícola de las Islas representa apenas una tercera parte de la que se consume.

60.00 El censo de cabras y conejos se redujo en 60.000 cabezas en tres años, según datos de 2011.

2,26 Los productores canarios reciben un euro por cada 2,26 que pagan los consumidores.