La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, ganó 7,37 millones de euros y recibió una aportación a su plan de pensiones de 2,52 millones de euros en 2016, con lo que en total recibió 9,9 millones de euros, el 1 % más que en 2015.

Botín obtuvo 5,35 millones de remuneración en metálico, pero si se suma el "bonus" diferido que irá percibiendo en los próximos años, el importe asciende a 7,37 millones, un 2 % menos que en 2015.

Sin embargo, la aportación a su plan de pensiones en 2016 creció un 9,56 %, hasta 2,52 millones de euros y suma ya 43,16 millones, según el informe anual de remuneraciones de la entidad remitido hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

El mejor pagado después de la presidenta del Banco Santander volvió a ser el consejero delegado, José Antonio Álvarez, con un sueldo de 6,079 millones en 2016 y una aportación a su plan de pensiones de 2,25 millones, por lo que el "número dos" recibió 8,33 millones, casi un 11 % menos que en 2015.

En este caso, el salario se redujo un 9 %, mientras que la contribución a su hucha de pensiones mermó un 16 % y alcanzó 15,1 millones de euros.

El resto de los consejeros ejecutivos del banco, Matías Rodríguez Inciarte y Rodrigo Echenique, cobraron 4,63 y 3,82 millones de euros, respectivamente, un 13,3 % y un 4 % menos; aunque no recibieron aportaciones a sus planes de pensiones, estos acumulan 48,23 y 43,16 millones de euros.

El máximo órgano de gestión de la entidad recibió en total 25,87 millones de euros en 2016, un 4,2 % menos que un año antes, y tuvo aportaciones a planes de pensiones por importe de 4,7 millones de euros.