La supervivencia de pacientes con cardiopatías congénitas ha aumentado respecto a los años 70 gracias a los avances tecnológicos, entre ellos la impresión 3D, que permite réplicas de corazones con un sistema que ofrece una planificación más precisa de las operaciones mediante biomodelos personalizados.

Especialistas del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla han explicado a EFE la utilidad de este método para las intervenciones quirúrgicas, lo que ha supuesto que si hace casi 50 años solo sobrevivía el 25% de los recién nacidos con cardiopatías vasculares, ahora hasta un 90% alcanza la edad adulta.