La Dirección General de Tráfico ha realizado durante siete días una campaña de intensificación de control y vigilancia de camiones y furgonetas en la que se han controlado 67.090 vehículos de transporte, de los que 8.995 fueron denunciados por incumplimiento de algún precepto de la normativa y 223 fueron inmovilizados por diversos motivos.

Según ha explicado el Ministerio del Interior mediante un comunicado, las infracciones más frecuentes en transportistas son el exceso de horas y la velocidad inadecuada.

Además, se han denunciado por incumplimiento de los límites de velocidad a 1.725 conductores, y otros 1.562 han sido sancionados por no respetar los tiempos de conducción y descanso que se establecen en la normativa.

También se han tramitado 401 denuncias por cuestiones relacionadas con el tacógrafo y 434 por no hacer uso de uno de los pilares básicos de la seguridad vial, el cinturón de seguridad.

A pesar de los múltiples mensajes sobre la incompatibilidad de la conducción con la ingesta de alcohol y drogas, 61 conductores han sido denunciados por conducir bajo los efectos del alcohol y 55 bajo la influencia de sustancias psicotrópicas.

Respecto a la documentación relativa al vehículo y al conductor, se tramitaron 2.463 denuncias, mientras que 722 fueron impuestas por exceso de peso o inseguridad de la carga.

En la campaña la DGT ha contado con la colaboración de numerosos ayuntamientos que, a través de sus policías municipales, han intensificado los controles en los cascos urbanos de su competencia.