El papa Francisco advirtió ayer a los católicos de que es necesario que "tomen una decisión con claridad" entre seguir a Dios o confiar en "los bienes materiales", tal como indica el texto del Evangelio de la liturgia dominical.

"Jesús nos dice que la búsqueda afanosa e ilusoria [de las riquezas] es motivo de infelicidad y da a sus discípulos una regla fundamental: buscad primero el reino de Dios", indicó el Pontífice en la explicación del texto evangélico, previa al rezo del Ángelus, ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

Francisco cree que se genera una "angustia inútil" y que no se cambia el curso de las cosas

El pontífice hizo hincapié en Dios como "padre amoroso" y como "el gran amigo, el aliado", pese a que los hombres "no siempre se dan cuenta" y prefieren "apoyarse en los bienes inmediatos, que pueden tocarse, en los bienes contingentes", olvidando, e incluso "rechazando, el bien supremo" que, indicó, es "el amor de Dios".

A su juicio, se trata de una decisión "ilusoria", porque la "angustia inútil" por lograr dinero, placeres y poder produce "resultados tangibles pero fugaces" y "no cambia el curso de los acontecimientos". Además, puso de relieve cómo dicha angustia "amenaza con acabar con la serenidad y el equilibrio" de quien la padece. "Jesús insiste en que no hay que preocuparse por el mañana, porque hay un padre amoroso que se preocupa", subrayó al respecto.

Francisco dijo, no obstante, que la confianza en Dios no quiere decir que las cosas "se resuelvan mágicamente", sino que el cristiano puede afrontarlas "con el ánimo justo y con valor" actitudes que se derivan, según especificó, de la certeza de un Dios al que "poder agarrarse sin peligro de caerse". "Quien se agarra a Dios no se cae nunca", manifestó durante su alocución.