Jornada positiva para el Tenerife, que amplía su ventaja sobre el primer equipo que está fuera de la zona de "play-off". El empate entre Real Valladolid y CD Lugo en el Nuevo José Zorrilla deja a los pucelanos con 39 puntos y el mal sabor de boca de no recortar distancias con el Real Oviedo, que también sumó un punto en Reus. Tampoco le sirvió la igualada de mucho a los gallegos, que siguen a cinco puntos del sexto clasificado (y a siete ahora del Tenerife).

"Hemos regresado a casa contentos tras conseguir una nueva victoria fuera de casa. La idea es prolongar esta buena dinámica el máximo de tiempo posible. Es un triunfo muy importante, pero queda mucha Liga por delante", advertía ayer Aarón Ñíguez. El caso es que el cuadro blanquiazul tiene ante sí otra buena oportunidad el próximo viernes. Será el primero que juegue en la vigésimo octava jornada, con la que cierra el segundo tercio del Campeonato, y lo hará ante un rival situado en puestos de descenso. "No miramos más allá del Mirandés. El grupo está contento, con mucha confianza y muchas ganas de que llegue el partido", aseguraba el mediapunta ilicitano. Un triunfo podría aclarar aún más el panorama ante la existencia de dos duelos directos el fin de semana. El Girona pondrá a prueba su condición de intratable de las últimas jornadas con la visita del Getafe a Montilivi. Además, Oviedo (sexto) y Cádiz (tercero) se miden en el Tartiere. Incluso, el Valladolid afrontará una visita complicada al Alcoraz para enfrentarse con un Huesca que no se rinde.

Parece una jornada propicia, aunque los blanquiazules no deben caer en la autocomplacencia, puesto que el Oviedo del pasado curso estaba a cinco del séptimo a estas alturas y se quedó fuera de las eliminatorias.