La opositora rusa Taisia Osípova fue excarcelada hoy tras ser condenada en 2012 a ocho años de prisión por tráfico de drogas, cargos que sus partidarios consideran fabricados.

Osípova, que fue detenida en 2010 cuando era activista del movimiento opositor Otra Rusia, abandonó la prisión en la que se encontraba en la región de Tver, según informó su abogada, Svetlana Sidorkina.

El Tribunal de Tver aceptó el pasado 17 de febrero el recurso interpuesto por los abogados de la activista, que pudo salir en libertad tras cumplirse el plazo de diez días sin que nadie apelara el fallo.

La abogada destacó que tanto la administración de la prisión, como la fiscalía se oponían terminantemente a la liberación de su cliente, pero no llegaron a argumentar documentalmente su posición.

"El tribunal no tenía ningún motivo para negar a Taisia la liberad anticipada", dijo Sidorkina.

En su momento, la activista recurrió al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, aduciendo que el proceso judicial fue "injusto" y violó su derechos fundamentales.

Osípova, de 32 años, fue detenida en noviembre de 2010 y en 2012 condenada a ochos años de cárcel por un tribunal de la ciudad de Smolensk, su lugar de origen, después de que la policía encontrara heroína en su domicilio.

Sus partidarios consideran que fue condenada para ejercer presión sobre su marido, Serguéi Fomchenkov, uno de los líderes de Otra Rusia, uno de los movimientos políticos más críticos con el presidente ruso, Vladímir Putin.

En su momento, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, puso en cuestión la condena de la opositora, que entonces tenía una hija pequeña.

El Parlamento Europeo mencionó a Osípova entre los opositores rusos perseguidos por sus ideas políticas y su liberación fue demandada insistentemente por EEUU y la Unión Europea.

El fin de semana pasado fue liberado también Ildar Dadin, el único opositor condenado por acumular más de dos faltas administrativas en el plazo de 180 días, tras el fallo absolutorio del Tribunal Supremo.

Precisamente, el presidente del Tribunal Supremo, Viacheslav Lébedev, abogó hoy por despenalizar ese artículo 212.1 del Código Penal que impone pena de prisión a quien cometa más de dos faltas administrativas durante mítines o manifestaciones políticas.

La oposición extraparlamentaria rusa, que acusa a Putin de restringir la libertad de manifestación desde que regresara al Kremlin en 2012, considera ese artículo "anticonstitucional".