Tres de los grandes fadistas portugueses serán los protagonistas de la primera edición del Festival de Fado de Canarias, Esfado 2017, que se desarrollará durante los meses de marzo, abril y mayo, en el centenario teatro Leal.

La Laguna y Lisboa se unirán a través de la música en este encuentro, con el que se pretende reflexionar sobre la influencia portuguesa existente en las Islas, iniciativa promovida bajo el patrocinio del Organismo Autónomo de Actividades Musicales (OAAM) del Ayuntamiento de La Laguna y la dirección de Folelé Producciones.

Cuca Roseta, Marco Rodrigues y Raquel Tavares protagonizarán este evento en el que se trata de reflejar, a través de este género, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la enorme influencia portuguesa que existe en todo el Archipiélago.

Cuca Roseta, una de las voces más reconocidas del fado en la actualidad, será la encargada de inaugurar, el próximo 16 de marzo, esta cita tan importante para la cultura de Canarias.

La siguiente actuación la protagonizará, el próximo 6 de abril, Marco Rodrigues, uno de los mejores intérpretes con los que cuenta hoy la herencia vocal portuguesa y nominado a los Grammy Latinos 2016 en la categoría de Mejor Álbum Folk.

Por último, Raquel Tavares, quien se autodenomina como "fadista de raza", cerrará el festival el próximo día 18 de mayo. Todos los conciertos comenzarán a las 21:00 horas.

Los artistas participantes en este festival intentarán mostrar a los espectadores la magia y el encanto que genera la denominada canción de Lisboa, un estilo musical interpretado de manera tradicional por un solo cantante con el acompañamiento de una guitarra acústica de cuerdas metálicas y de la guitarra portuguesa.

Este género, que nació en el siglo XIX, es un combinado de poesía y música que se practica en diversas comunidades lisboetas, en cafés y en las calles, además de en otras ciudades como Coimbra.

Esta canción popular portuguesa de carácter melancólico, que se interpreta por una persona acompañada por la viola (guitarra española) y la guitarra portuguesa, también describe la nostalgia, el fatalismo y la frustración.