El Gobierno de Donald Trump expresó hoy su apoyo a la "maravillosa" propuesta republicana de reforma sanitaria, pese a las críticas de algunos legisladores, y la definió como un "primer paso" para reemplazar la ley firmada en 2010 por el expresidente de EE.UU. Barack Obama, conocida como "Obamacare".

"Nuestra maravillosa nueva ley sanitaria ya está lista para ser revisada y negociada. Obamacare es un desastre completo y total, Ñse está derrumbando rápidamente!", escribió hoy Trump en su cuenta oficial de la red social Twitter.

El mandatario respaldaba así la propuesta republicana presentada este lunes y recogida en dos proyectos de ley, que fundamentalmente pretenden generar un sistema de créditos fiscales para incentivar a la gente a contratar seguros médicos y eximir a las empresas de tener que ofrecer una alternativa de cobertura a sus empleados.

Los proyectos de ley presentados no incluyen estimaciones del coste de la nueva reforma sanitaria y no aclaran cuánta gente perdería la cobertura que obtuvo gracias al "Obamacare", lo que ha generado las críticas de varios demócratas, mientras que algunos republicanos temen que sea una versión "light" de la anterior ley.

Trump quiso hoy minimizar esas preocupaciones al afirmar que habrá una "segunda y tercera fase" de la reforma sanitaria, que entre otras cosas "eliminará los límites" que ahora impiden suscribir seguros médicos en otro estado, lo que "promoverá la competitividad", aseguró en Twitter.

"Estoy trabajando en un nuevo sistema en el que habrá competencia en la industria farmacéutica. ÑLos precios para el pueblo estadounidense se rebajarán mucho!", añadió Trump.

El secretario de Salud de Estados Unidos, Tom Price, envió hoy una carta a los presidentes de los comités de Energía y Comercio y de Medios y Arbitrios, que comenzarán este miércoles a estudiar la nueva propuesta de ley.

Price respaldó el plan legislativo presentado el lunes, pero advirtió de que "impulsar todos los objetivos del presidente para la reforma sanitaria exigirá más" de lo incluido en esta primera propuesta, vinculada al "presupuesto", porque por ese medio no pueden abordarse asuntos como la rebaja de costes de medicamentos.

"Sus propuestas representan un primer paso necesario e importante para cumplir nuestras promesas al pueblo estadounidense. Trabajaremos con ustedes durante el proceso legislativo, haciendo los cambios técnicos necesarios y asegurándonos de que este importante proyecto llega a la mesa del presidente", indicó Price.

La propuesta ya ha encontrado detractores en las propias filas republicanas, por un lado, de aquellos más moderados cuyos estados se vieron beneficiados por el "Obamacare", y por otro, de los más conservadores, como el senador Rand Paul, quien aseguró hoy que es una versión "light" del sistema actual y no logrará ser aprobada.

Preguntado por esas declaraciones de Paul, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, aseguró hoy que su Gobierno "escuchará a ese senador y a otros para ver si hay formas en las que se pueda mejorar" el proyecto de ley, pero manifestó su respaldo al mismo.

"Este es un proyecto que deroga la política desastrosa del ''Obamacare''", defendió Pence en una entrevista al programa de radio del comentarista conservador Brian Kilmeade.

Ante las críticas de algunos republicanos de que la propuesta es "Obamacare light" u "Obamacare 2.0", Pence declaró que se trata más bien de "Obamacare hecho", al cumplir algunos de los propósitos que, a su juicio, la ley impulsada por Obama no solucionó.