La difícil relación entre cazadores y animalistas vivió este fin de semana un nuevo episodio, esta vez en el barrio de Valleseco. Varios integrantes del primer colectivo han denunciado en la Policía Nacional que algunos desconocidos, supuestamente defensores de los animales, rompieron el pasado sábado el candado de unas perreras ubicadas a la entrada del barrio -en un corte de la montaña- y dejaron en libertad varios perros de caza, que no pudieron ser recuperados por sus propietarios hasta el domingo al mediodía.

Según estos cazadores, no es la primera vez que los colectivos animalistas llevan a cabo un acto así, pues en 2014 ya se vieron obligados a denunciar unos hechos similares. En aquella ocasión, las perreras fueron, incluso, inspeccionadas por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y por Sanidad Municipal, sin que se encontrase nada fuera de la legalidad.

Sobre lo sucedido este fin de semana, Inma Évora, miembro de la plataforma Alternativa Canaria Animalista, reconoció que el sábado, junto a otros miembros del colectivo, estuvo inspeccionando los "zulos" en los que estos cazadores de Valleseco tienen a sus perros -está en zona portuaria-, pero negó las acusaciones sobre la puesta en libertad de los animales. "No se nos ocurriría ponerlos en riesgo", dijo.

Évora relató que se desplazaron al lugar tras tener conocimiento de que había 15 podencos "en estado de abandono" tras haber fallecido su propietario varios días antes. Este extremo fue desmentido ayer por el presidente de la Federación de Asociaciones de Gestión Cinegética de Tenerife, Antonio Porras.

"Cuando llegamos solo había cinco perras, a los que les dimos agua limpia y algo de comer, y un conejo", indicó la integrante de Alternativa Canaria Animalista. Eso fue el sábado.

El domingo, y según la versión aportada ayer por Évora, regresaron de nuevo al lugar "pero los encadenadores ya habían puesto un candado en la jaula de las podencas para que no pudiéramos acceder a donde estaban".

"Cuando bajábamos del zulo, un buen hombre se dirigió a nosotros para exigirnos que no volviéramos más por allí, porque a los animales ya se les atendía", resumió.

Inma Évora anunció que van a poner en conocimiento de la Fiscalía la "situación global" de muchos enclaves de estas características que hay en la Isla, y avanzó también que van a crear el "mapa de la vergüenza" en internet en el que se incluirá la ubicación de cada "zulo" que se encuentre en cualquier punto de Tenerife.

"Se trata de visibilizar una realidad que quieren mantener oculta para dignificar la vida de los animales y para proteger, en especial, a la raza más castigada de nuestras Islas: los podencos", indicó Inma Évora, quien remarcó además que con esta fórmula se podrá denunciar "de forma anónima" situaciones de maltrato de animales.

Ayer, la Guardia Civil y la Policía Local de Santa Cruz volvieron a desplazarse a Valleseco, sin que consten intervenciones. Mientras, Antonio Porras avanzó que no descarta la convocatoria de una manifestación de cazadores para luchar contra la mala imagen del colectivo y para demostrar cómo cuidan a sus perros de caza.