Los pacientes que necesitan diálisis o trasplante de riñón en España crecen a un ritmo de más de 6.400 personas al año, habiendo aumentado un 20% en la última década, según datos de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).

En 2006 el número de pacientes en diálisis o trasplantados se situaba en 46.000 y a finales de 2015 ya se elevaba por encima de los 55.000.

Estos y otros datos fueron expuestos el pasado martes por la presidenta de la SEN, María Dolores del Pino, y el presidente de Alcer, Jesús Molinuevo, en la entrevista que mantuvieron con la presidenta de la Comisión de Sanidad del Senado, Carmen de Aragón, con el objetivo de exponerle su preocupación por el avance de la Enfermedad Renal Crónica en España.

Los representantes también presentaron en Aragón la campaña #muevetuspies, cuyo objetivo es fomentar el ejercicio físico y concienciar sobre la necesidad de llevar un estilo de vida saludable para proteger la salud del riñón.

Y es que, el aumento de la incidencia de la Enfermedad Renal Crónica se relaciona con el envejecimiento de la población, pero también con hábitos de vida tan poco saludables y factores de riesgo como la obesidad.

De hecho, a la obesidad está dedicado el Día Mundial del Riñón que se celebra este jueves. "La obesidad y el sobrepeso atacan la salud del riñón tanto de forma directa como indirecta. Directamente, la obesidad puede causar enfermedad renal poniendo una carga indebidamente alta sobre los riñones y generando cambios metabólicos dañinos como inflamación y oxidación.

Indirectamente, induciendo o empeorando la diabetes y la hipertensión, factores de riesgo de enfermedad renal y también es factor de riesgo para litiasis renal y algunos cánceres como el riñón", explicó del Pino. La obesidad incrementa en más del 80% las posibilidades de padecer enfermedad renal. Se calcula que el 13,8% de la Enfermedad Renal Crónica en hombres y el 24,9% de esta enfermedad en mujeres de países industrializados pueden estar asociados con sobrepeso u obesidad. Y que las personas afectadas por obesidad, tienen un 83% de riesgo de padecer esta patología.

"No me cabe la menor duda de que si la sociedad fuera más consciente del coste en calidad de vida que tiene la enfermedad renal, vigilaría mucho más la salud de sus riñones, pondría más cuidado en sus hábitos identificados claramente como poco saludables", afirmó la presidenta.

"La población no es consciente de que una persona que requiere diálisis pasa conectando a una máquina más de doce horas semanales, doce horas que no puede dedicar a la familia o los amigos, a su trabajo o a sus hobbies. Los médicos y han sabido transmitir muy bien qué es el colesterol, ¿por qué no hacerlo con el filtrado glomerular?", concluyó del Pino.