El gobierno municipal (PSOE-UPF) en Fuencaliente se tambalea. Es el único ejecutivo local de la Isla que en realidad está en jaque. Sus últimas decisiones, unidas a lo que se considera desidia o falta de compromiso con mociones aprobadas en sesiones plenarias y que no se ejecutan, han abierto un debate interno en Sí se Puede (SSP), partido clave para la gobernabilidad del pueblo sureño, que ha sugerido al menos una reflexión profunda sobre la conveniencia de apoyar una moción de censura.

SSP se creó como alternativa a la gobernabilidad de Coalición Canaria en Fuencaliente, al no estar de acuerdo con las políticas y las formas aplicadas por los nacionalistas o, para ser más exactos, con la actitud y aptitud del exalcalde, Gregorio Alonso. Por ello, han permitido un gobierno en minoría desde los últimos comicios.

Sin embargo, tras dos años de mandato se sienten "defraudados", tal y como admiten a esta redacción personas muy cercanas a SSP, hasta el punto de que una parte importante de sus integrantes exponen de forma interna que es hora de plantearse abrir vías de entendimiento con el que era su enemigo: CC. Hay que tener en cuenta que pese a que Sí se Puede tiene un solo concejal, Eduardo Pérez, siempre ha funcionado y tomado las decisiones como colectivo, de forma grupal, sin protagonismo personales. Eso los diferencia. Y en la actualidad, las voces que piden un cambio son mayoritarias.

La realidad es que la reunión en SSP para clarificar posturas será previsiblemente a lo largo de la próxima semana. "No se ha llegado a hablar de moción de censura con esas palabras, pero la situación es bastante compleja y se puede convertir en insostenible", señalan las mismas fuentes.

¿Pero qué ha llevado a SSP a esta situación? La respuesta es sencilla: ninguna de las mociones presentadas por este partido y que han sido aprobadas por el Pleno se han llevado a cabo, por lo que tienen motivos para sentirse engañados, a lo que se une el desconocimiento reconocido por el propio gobierno municipal acerca del grado de ejecución del presupuesto de 2016, cuando ya es marzo de 2017 y sin que las cuentas para este año hayan sido aprobadas ni tan siquiera debatidas por los grupos políticos.

También hay diferencias serias entre el gobierno municipal y SSP sobre las formas utilizadas para contratar el Plan General del Municipio o las estrategias de desarrollo turístico. "A veces pensamos que el gobierno municipal quiere que se le censure porque no está haciendo nada para evitarlo. Es pasivo", sentencian.

En principio, y partiendo del acuerdo firmado a principio de legislatura, el alcalde, el socialista Luis Román Torres, debe ceder la Alcaldía a la líder de UPF, Nieves María Rodríguez, a mitad de mandato.