Con dudas sobre su futura acogida y sin excesiva convicción de su potencial, los estudios españoles de desarrollo de videojuegos empiezan a hacer camino con la realidad virtual, una tecnología que utilizan más con la curiosidad del flirteo que con la determinación de una unión para toda la vida. Desterrar los prejuicios, hacer dinero, experimentar con nuevas técnicas o usar esta tecnología como catalizador de la atención en un lanzamiento son algunos de los motivos que han llevado a los desarrolladores españoles a trabajar en proyectos de realidad virtual.

La tecnología está lista, los cascos llevan en el mercado más de un año, pero las ventas son tímidas porque son caros, porque no hay una gran oferta de contenido que justifique su compra y porque la experiencia no es agradable para todos.

"No hay mucho usuario. Creo que no va a cuajar. O bajan muchísimo los precios o va a ser un gadget que van a tener cuatro. Hasta que una compañía no haga un vende consolas nadie va a querer comprar las gafas. El problema es que ninguna compañía va a hacer eso si no hay usuarios", explica a Efe el director de Delirium Studios, Arturo Monedero.

"Por si acaso", el estudio vasco ha creado "Unforgiven VR", un juego de duelo de pistolas ya disponible para HTC Vive y en breve para Oculus. "Nuestro juego no va a vender consolas, pero al que la tiene vamos a ofrecerle algo distinto", confiesa Monedero, que cree que la realidad virtual tiene más potencial en centros comunitarios y parques de atracciones que como tecnología de uso personal.

Delirium, reticente al principio, decidió embarcarse en la creación de "Unforgiven" en un impás entre proyectos para "criticarla a gusto o cambiar de opinión".