Martín Taño (CC), alcalde de Garafía, y Luis Román Torres (PSOE), regidor municipal en Fuencaliente, incumplieron en 2015 el acuerdo en cascada firmado a nivel regional. Ambas formaciones se apresuraron entonces a anunciar por todos los medios la apertura de expedientes de sanción, la suspensión de militancia, la pronta expulsión...

¿La realidad?, no ha pasado nada. Ha sido el reflejo más evidente de que lo dicho en política tiene en no pocas ocasiones una verdad "oscura": el postureo o pantomima, que a la postre acaba incluso restando credibilidad a una profesión necesaria.

Ahora que han pasado prácticamente dos años de mandato y que ya no existe ni tan siquiera el compromiso regional, lo cierto es que Luis Román Torres, que dejó en la oposición a CC a pesar de ser la lista más votada, sigue siendo un socialista más. No. Para ser más exactos, supera a un socialista más, al pertenecer incluso a la ejecutiva que dirige Anselmo Pestana. Sí, está en el órgano de gestión y eso a pesar además del pulso a su jefe en un tema clave para la Isla como la Fuente Santa.

¿Y Martín Taño?, lo mismo. En Garafía decidió pactar con Argelio Hernández (NC) y dejar al exalcalde socialista, Yeray Rodríguez, en la oposición. ¿Qué le ocurrió por ello? Absolutamente nada. Bueno sí, la apertura de dos expedientes que a la postre han sido de cara a la galería. Es más, un año más tarde, y no por imposición de su formación política sino por otros motivos, el alcalde garafiano rompió el acuerdo con NC y se unió al Partido Socialista; es decir, lo que en 2015 era una orden regional la acabó cumpliendo y por otras circunstancias en mayo de 2016. Y todo olvidado. Lo probable es que si le apetece vuelva a ser el candidato a la Alcaldía por Coalición Canaria en las próximas elecciones.

Lo curioso es que tampoco ha existido revuelo entre los afectados contra sus partidos por permitir estas situaciones. Apenas un poco de "pataleta" al principio y luego, resignación.