El Consejo de Seguridad de la ONU acordó hoy prorrogar un año más su misión en Afganistán (Unama), al tiempo que advirtió sobre el deterioro de la situación humanitaria y de seguridad en el país.

Por unanimidad, los quince miembros del Consejo aprobaron una resolución que prolonga hasta marzo de 2018 la operación, de tipo civil y creada en 2002 para apoyar al Gobierno, impulsar el proceso de paz y velar por los derechos humanos.

En el texto, el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas expresó su preocupación por los números récord de bajas civiles en Afganistán y por la difícil situación humanitaria en el país.

El Consejo de Seguridad alertó además de la amenaza que siguen planteando los talibanes, Al Qaeda y los grupos aliados al Estado Islámico (EI).

Japón, el país encargado de redactar la resolución, aseguró que el Consejo está totalmente comprometido a seguir apoyando a Afganistán y a su Gobierno ante los muchos "problemas complejos" a los que se enfrenta.

El embajador japonés Koro Bessho reconoció, sin embargo, que hay algunas diferencias sobre el análisis de la situación que llevan a cabo los Estados miembros y sobre cómo hacer la Unama lo más efectiva posible.

La ONU defiende en Afganistán un proceso de paz en el que participen los talibanes y, en su resolución de hoy, el Consejo subrayó la importancia de que haya una iniciativa amplia que apoye "la reconciliación de todos quienes estén dispuestos a reconciliarse".

Este mes, el representante especial de la ONU para Afganistán, Tadamichi Yamamoto, hizo a las partes un nuevo llamamiento al diálogo y defendió que no hay una solución militar al conflicto.

En ese sentido, destacó la necesidad de negociaciones de paz y dijo que el Gobierno y la comunidad internacional deben reforzar el mensaje de que los talibanes pueden ser parte del futuro de Afganistán.

El grupo, mientras, debe aceptar entablar conversaciones de paz sin condiciones previas, opinó.