El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, reiteró sus dudas acerca de las perspectivas de adhesión de Turquía a la Unión Europea, aunque recordó que es un vecino con el que hay que continuar manteniendo relaciones.

"Turquía está más lejos hoy que nunca de ser miembro de la UE", afirmó en una entrevista que publica hoy el semanario "Der Spiegel" y en la que recordó que siempre tuvo sus dudas, pero que dentro del Partido Socialdemócrata (SPD) con esa opinión más bien estaba en minoría.

Señaló que incluso llegó a discutirlo varias veces con el entonces primer ministro y actual presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a quien le dijo que la UE se encontraba "en un estado en el que cualquier ampliación sería extremadamente complicada, incluso si Turquía cumpliera con todos los requisitos".

Erdogan, por su parte, contestó, según Gabriel, que "no quería necesariamente ser admitido, que sólo quería orientarse en los estándares europeos para modernizar su país".

El jefe de la diplomacia alemana señaló que en su momento consideró erróneo el concepto de la canciller alemana, Angela Merkel, de una relación privilegiada, "porque de esa manera los turcos podrían sentirse como europeos sólo de segunda clase", al tiempo que subrayó que "hoy la situación con el ''brexit'' es totalmente diferente".

"Estamos bien asesorados para lograr con Reino Unido tras su salida de la UE una ''relación especial''. Para la UE será un importante proceso de aprendizaje. Quizás a largo plazo, algo de esto pueda servir de modelo para otros países", agregó.

Por otra parte, el ministro advirtió de que si Turquía sobrepasa ciertos límites, Berlín empleará las medidas a su disposición para prohibir mítines de personalidades políticas turcas en Alemania con motivo del referéndum convocado en Turquía el 16 de abril sobre la reforma constitucional que ampliará los poderes del presidente.

"Se puede criticar a Alemania y a la política alemana, también duramente, Pero hay fronteras que establecen nuestras propias leyes, también el Código Penal", advirtió el ministro, al tiempo que subrayó que quien sobrepase estos límites no puede partir de la base de que puede "propagar sus convicciones políticas" en Alemania.

Respecto a las comparaciones por parte turca de Alemania con la época del nazismo, el ministro señaló que "lo que se ha oído en las últimas semanas es tan irreal y absurdo que cuesta incluso seguir escuchando".

En ese sentido, señaló que "no hay que responder a cada provocación con una nueva provocación", al tiempo que indicó haberle trasladado a la parte turca que "si sigue por el mismo camino, puede crearse una nueva situación".

Al mismo tiempo, recordó que independientemente de todo, "Turquía es un vecino de Europa" y ambas partes tendrán que continuar relacionándose también después del referéndum.