El Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST) y el Cabildo coinciden en la oportunidad de corregir las dificultades administrativas que están entorpeciendo la necesidad de regenerar la arena en algunas playas urbanas de la comarca. La burocracia está provocando el deterioro de algunas playas, con el preocupante debilitamiento que esta situación genera en el producto y los servicios que se ofertan a los millones de visitantes que cada año se acercan a nuestras costas.

Los empresarios valoran que el consejero insular de Turismos, Alberto Bernabé, comparta la necesidad de que el Ministerio de Medio Ambiente adopte medidas para que no siga dificultándose la regeneración de la arena, "a todas luces necesaria para garantizar la calidad de nuestras playas", tanto las existentes como las que ya están en proyecto. La representación de empresarios de las playas del Sur recordó que los plazos administrativos para obtener la autorización oscilan de cuatro a diez años, dependiendo de que la arena sea de importación o machaqueo. Desde el CEST se advierte de que a estos inconvenientes cabe añadir que el problema principal se genera cuando los temporales erosionan notablemente la arena. "El deterioro se produce cuando se dan fenómenos meteorológicos adversos y bascula en función de la energía marina, de tal forma que cuando los temporales son de noroeste afectan muy especialmente a las principales playas de la zona, no siendo menor el daño que causan los fenómenos que vienen del sur o del oeste", se apunta desde el Círculo.

Insisten en que cuando llueve con intensidad, los barrancos arrastran vertidos y materiales que la arena lleva mar adentro. "