No están en contra de la instalación, pero reclaman que se haga un uso razonable de ella. Vecinos del entorno del parque La Granja han solicitado al Ayuntamiento de Santa Cruz la posibilidad de que se establezca un horario para el "skatepark", instalación que se inauguró el pasado mes de enero.

La reclamación viene motivada por los ruidos que, según estos residentes en edificios cercanos, generan los monopatines de los jóvenes que usan la pista en horas de madrugada, a lo que se suman los "gritos" de estos patinadores. De sus quejas han dejado constancia en las oficinas del distrito.

Los golpes, aseguran, se escuchan, sobre todo, en los pisos más altos de la zona, lo que les impide conciliar el sueño. "En los pisos que no dan al parque o que tienen ventana con doble cristal no se escucha, pero en el resto, sobre todo los áticos y semiáticos es muy molesto", detalla una de las vecinas denunciantes.

Los afectados no se oponen a que haya una instalación deportiva como esta en la zona, pero consideran que sería razonable que se impidiera su uso a partir de las 00:00 horas "para poder conciliar descanso y actividad deportiva".

En este sentido, también ponen de manifiesto otro aspecto que consideran que debería corregirse: la iluminación del "skatepark".

Consideran estos vecinos que es un "gran derroche" que se mantengan encendidas "toda la noche" las torretas de luz que existen alrededor de la instalación, si bien desde el consistorio avanzan que con ello se pretende evitar actos vandálicos.

El "skatepark" de La Granja fue ideado por el arquitecto y diseñador Daniel Yabar, especializado en este tipo de parques. La instalación se desarrolla en una parcela de 2.500 metros cuadrados, de forma circular, con diferentes zonas de rampa y calle que crean ambientes desérticos, húmedos o sombreados y generan texturas variadas como granito, hormigones coloreados o arena de picón.