Con una pieza teatral titulada "El cielo que me tienes prometido", Ana Diosdado llevó desde el libreto a la escena su particular análisis, de sonado éxito, sobre la relación entre Santa Teresa de Jesús y la princesa de Eboli.

Este mismo título llega hoy, pero interpretado en clave de "recital luctuoso", a la iglesia de Santa Ana en Garachico (20:30 horas), espacio donde se ambienta una pieza inspirada en la pasión y muerte de Jesucristo. "Me atrevería a decir que es la primera vez que en Tenerife se representa un espectáculo de esta magnitud en el interior de un templo", comenta el productor y director Borja Lynch.

Lo cierto es que esta parroquia levantada en 1520, que sufrió graves daños a causa de la erupción de 1706 y fue reconstruida siguiendo los planos originales, ha vivido una sensible transformación: los bancos han desaparecido; la capilla central se ha reconvertido en patio de butacas y en la zona del altar se ha ubicado un escenario de 50 metros cuadrados, con una caja escénica negra y el atrezo necesario para convertir este lugar de culto en un espacio teatral.

Del contenido de la obra, Borja Lynch (productor y codirector) subraya que no solo aborda el plano más espiritual de una figura trascendente como la de Jesús, "sino también el papel que como personaje histórico jugó Jesucristo a nivel social y también político". Y así, percibiendo a Cristo tal y como lo conocemos, desde la veneración que le profesan los católicos, "hemos querido indagar en su condición de ser humano", dice.

De las 14 estaciones que componen esta obra, Lynch destaca tres momentos que considera cumbres en su desarrollo. Se refiere a la primera estación, ligada al momento de la condena a muerte; la segunda, al instante en el que la Verónica limpia el rostro de Jesús y, la tercera, cuando es despojado en público de sus vestiduras.

En el primer caso, la representación incorpora las tesis del derecho romano para fundamentar un acto de injusticia. "Quedaba establecido que nadie podría ser apresado de noche" y en el caso de Jesús se vulneró este precepto. También era obligatorio que existiera una causa concreta y no la había, por cuanto fue acusado de proclamarse rey, "una malinterpretación intencionada para así aplicarle una pena por rebeldía". En cuanto al rostro, siempre se representa a Cristo como alguien visible y tangible, con pelo largo y barba, y este montaje busca superar ese estereotipo. En cuanto a las vestiduras, "el hecho de desnudar a una persona suponía desposeerla de todo valor y categoría a nivel social", explica Lynch.

En la obra interviene la Agrupación Musical de Garachico, bajo la dirección de Antonio Gutiérrez León, que interpretará marchas, como también sonará el canto de dos saetas a capella, se recitarán obras de Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y de anónimos, así como textos bíblicos.

Borja Lynch subraya la "fuerza" de diferentes escenas, como las caídas de Jesucristo, cuando Simón el Cirineo lo ayuda a soportar la carga de la cruz en su tránsito mortal hacia el Gólgota, a la que se incorpora un cuento "de una ternura emocionante", aire fresco que parece darle vida al espectáculo, o el momento de la muerte en la cruz, un instante para la reflexión que se representa en lengua hebrea, un rasgo de autenticidad. Amén.

Título: "El cielo que me tienes prometido".

Intérpretes: Mar Gutiérrez, Ulises Hernández y Sofía Privitera, además de la Agrupación Musical de Garachico, dirigida por Antonio Gutiérrez León.

Voz en off: Moncho Henríquez.

Producción y dirección: Borja Lynch y Adrián García.

Día: viernes, 24 de marzo.

Hora: 20:30. Lugar: iglesia de Santa Ana (Garachico).