La montaña de Taco volvió a generar controversia ayer, tras la aparición en la zona de algo más de una veintena de bombonas. La denuncia la realizaron varios colectivos vecinales de Taco -San Jerónimo, San Luis Gonzaga y San Matías-, todos pertenecientes al municipio de La Laguna e incluidos en la Plataforma Parque Urbano Montaña de Taco, y a ella se sumó Unid@s se Puede, formación política de Aguere.
No obstante, y según aclararon desde estos colectivos, los recipientes están en la parte de la montaña que pertenece a Santa Cruz, al tiempo que expresaron su preocupación al sospechar que las bombonas vayan a ser enterradas en el lugar sin control alguno, tal y como ha sucedido en otras ocasiones con residuos de todo tipo.
Es más, estos colectivos vecinales indicaron que los recipientes podrían contener algún tipo de combustible, pues, según figura en alguna de las etiquetas que todavía conservan, proceden de alguna de las plataformas petrolíferas que fondean cerca o en el Puerto de Santa Cruz.
Fuentes del Ayuntamiento de Santa Cruz consultadas ayer aseguraron que la Policía Local de la capital estuvo ayer en el lugar y levantó un acta de inspección.
También aclararon que las bombonas de color amarillo que se han acumulado estos días en la zona -28 en total- y que los vecinos denunciantes creen que portan combustible están "llenas de agua". En lo que sí coinciden, en parte, las fuentes municipales con los ciudadanos es en la procedencia de las bombonas: el sector naval. No obstante, desde el ayuntamiento no aclararon si procedían o no de alguna de las plataformas.
En todo caso, las fuentes del ayuntamiento remarcaron que la empresa que ha depositado las bombonas en la zona tiene "permiso" del dueño del solar para depositarlas allí "temporalmente".
En este sentido, los colectivos de Taco lamentaron la "inacción" del Ayuntamiento de Santa Cruz a la hora de abordar los problemas de la montaña, en la que han denunciado vertidos ilegales en varios momentos.
En este caso, manifestaron sentirse "cansados" de la situación que se produce a diario en la montaña con total impunidad de las administraciones, y señalaron que "el mayor temor que tenemos es que se entierren esas bombonas, que no sabemos qué son. El daño ecológico que ha sufrido la montaña es brutal".