El Gobierno de Nicolás Maduro ha solicitado al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) que suspenda la reunión extraordinaria prevista para el martes para abordar la situación en Venezuela, país al que la OEA sopesa suspender como miembro por una "ruptura del orden democrático".

"Venezuela, ante los graves e irregulares acontecimientos que se vienen desarrollando contra el Estado venezolano en el seno de la OEA), se ha dirigido al presidente del Consejo Permanente para solicitar la suspensión de la sesión convocada para el martes", ha anunciado el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

Caracas ha esgrimido que la cita se ha establecido a petición de un grupo de países "sin contar con el consentimiento debido del Gobierno venezolano, tal y como está contemplado en las normas que rigen esta organización regional".

Además, ha vuelto a denunciar "un acoso dirigido por Estados Unidos a través del ocupante de la Secretaría General de la OEA, Luis Almagro, y un grupo de países que han conformado una facción minoritaria y han fomentado un ambiente internacional pernicioso sobre el transcurrir de la vida democrática en Venezuela, pretendiendo socavar su soberanía".

La Cancillería ha alertado "sobre las graves consecuencias y peligros que se ciernen sobre la vigorosa democracia venezolana y su exitoso modelo de Derechos Humanos, dirigidos desde la OEA contra su sistema constitucional".

En la misma línea, el departamento que dirige Delcy Rodríguez ha advertido de que "desestabilizar Venezuela tendrá efectos más allá de nuestras fronteras y pesará fuertemente sobre la vida regional y el devenir histórico de la patria grande".

"Venezuela rechaza categóricamente el plan intervencionista que una facción minoritaria de países dentro de la OEA pretende acometer contra nuestra patria, así como repudia el desmedido e ilícito comportamiento del señor Luis Almagro a través de sus acciones criminales contra los Poderes Públicos del Estado venezolano", ha dicho.

"De persistir esta ilegal, unilateral, desviada y parcializada actuación a favor de los extremistas violentos en Venezuela, procederemos con severidad y firmeza a través de los medios diplomáticos, de los instrumentos del Derecho Internacional y conforme al orden constitucional venezolano", ha subrayado.

OFENSIVA EN LA OEA

El pasado viernes el Consejo Permanente de la OEA anunció que el martes a las 14.00 (hora local) se celebrará una reunión extraordinaria sobre Venezuela, a petición de Argentina, Bahamas, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Uruguay.

El pasado 14 de marzo, Almagro dio a conocer su informe sobre la situación en Venezuela, en el que asegura que se ha producido "una ruptura total del orden democrático" y que, por tanto, el país debería ser sancionado con la suspensión como miembro de la OEA.

El líder regional comparó incluso al presidente venezolano, Nicolás Maduro, con dictadores latinoamericanos como Jorge Videla, Augusto Pinochet y Alberto Fujimori. "Es nuestro trabajo librar a cualquiera de nuestras naciones de esos infortunios", dijo.

No obstante, el ex canciller uruguayo se mostró seguro de que la suspensión de la membresía venezolana de la OEA será breve y para ello instó al Palacio de Miraflores a dar "una señal inequívoca de que se retoma el rumbo institucional" en el país.

En concreto, pidió "que se realice en los próximos 30 días un llamado a elecciones generales, la liberación de los presos políticos, la validación de las leyes que han sido anuladas, así como la elección de un nuevo Consejo Nacional Electoral y un nuevo Tribunal Supremo de Justicia, conforme a los procedimientos establecidos en la Constitución".

Un grupo de 14 países miembro -- Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay-- difundió una carta en respuesta a Almagro en la que sostienen que la suspensión debe ser "el último recurso" tras "agotar los esfuerzos diplomáticos en un plazo razonable".

En este sentido, urgen al Gobierno de Nicolás Maduro a "cumplir a cabalidad los acuerdos alcanzados" en el marco del diálogo con la oposición y subrayan la urgencia de liberar a los "presos políticos", fijar un "calendario electoral" y respetar las decisiones del Parlamento.

DEBATE INTERNO

Maduro ha calificado a Almagro de "basura de ser humano" y ha asegurado que responderá "en todos los planos --político, diplomático, y más allá--, para defender la dignidad de Venezuela" porque "le asiste la razón, la moral, la causa histórica".

La misión de Venezuela en la OEA, por su parte, ha denunciado que el secretario general "está violando los principios de la no intervención en los asuntos internos de Estado y las normativas internas de la organización, que señalan que los espacios del órgano internacional no deben ser usados con fines políticos".

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el líder opositor Julio Borges, ha sostenido que "la Carta Democrática no es un llamado a una intervención extranjera", sino "a la intervención del pueblo a través del voto" con elecciones anticipadas, "la única manera de lograr un cambio democrático".

"Nos parece importante contestarle a Maduro que traición a la patria es lo que él está haciendo al no permitir el voto en el país", ha espetado Borges, de acuerdo con un comunicado difundido el jueves por la Mesa de Unidad Democrática (MUD), coalición opositora.