El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) lidera un proyecto, Desal, que pretende convertir a la región de la Macaronesia en una plataforma de I+ con altas capacidades en infraestructuras e investigación, que le permita ser referente internacional en desalación de agua.

El consejero de Industria del Gobierno canario, Pedro Ortega, junto a los máximos representantes del ITC y el director de su departamento de Agua, Baltasar Peñate, han presentado hoy el proyecto, que se desarrollará en los próximos tres años y cuenta con un presupuesto de 2,2 millones de euros, cofinanciados al 85 % con fondos europeos a través del programa Interreg MAC 2014-2020.

Ortega ha manifestado que en la línea de la denominada "estrategia de crecimiento azul" de las islas, el Gobierno de Canarias ha impulsado este proyecto porque "se requiere dar un salto de calidad y convertir a este entorno geográfico del Atlántico en una plataforma cohesionada entre investigadores y empresas que den respuesta a carencias y necesidades tecnológicas del sector".

El consejero ha hecho hincapié en el potencial enorme que tiene Canarias en tratamiento de aguas, con una larga trayectoria y experiencia, y en las condiciones magníficas que reúne para el desarrollo de las energías renovables, que le han permitido situarse como líder en este proyecto que incluye a Madeira, Cabo Verde y Mauritania.

La Macaronesia cuenta con la mayor densidad de plantas desaladoras en explotación del mundo, con una producción de 800.000 metros cúbicos al día, lo que supone el 1 por ciento mundial, ha destacado Ortega, quien ha remarcado que en Canarias se concentra la mayor parte, unas 400, con una tecnología y dimensión muy diversa.

El coordinador del proyecto, Baltasar Peñate, ha celebrado la primera reunión con sus socios de Madeira y ha explicado que en estos tres años se desarrollarán 18 estudios de investigación, de los cuales seis serán demostrativos.

Estos estudios permitirán definir estrategias y conocer la capacidad en materia de desalación, las carencias y dónde se puede ser fuerte, desde el punto de vista de la investigación.

El objetivo último es lograr "una buena marca" como laboratorio de I? para asistir a congresos y citas internacionales donde mostrar que en la Macaronesia se tienen las condiciones idóneas para hacer investigación, no solo porque dispone de infraestructuras sino también de condiciones naturales, viento, sol y energía mareomotriz, que permite explotar el nexo agua-energía, ha indicado.

Peñate ha precisado que el proyecto contiene una parte específica que abordará el binomio agua-energía y el fomento de diseños de plantas desaladoras que solo se nutran de energías renovables.

En Canarias ya existen desaladoras que funcionan con energía eólica, que supone la mitad del consumo energético anual, por lo que necesitan estar conectadas a la red.

Según Peñate, este proyecto permitirá trabajar en el desarrollo de plantas aisladas de la red, ya que se estudiarán casos en las islas de El Hierro y Puerto Santo (Madeira), donde además se quiere aprovechar el recurso hidráulico para aumentar más el porcentaje de energía renovables.

La tecnología ya permite abastecer a las plantas desaladoras con energía fotovoltaica y eólica y prescindir de los combustibles fósiles pero solo a pequeña escala, por lo que el objetivo es trasladar esta tecnología a la mediana y gran escala para poder producir miles de metros cúbicos de agua desalada al día con garantías de suministro y de manera competitiva.

"Hasta ahora Canarias ha exportado conocimiento sobre instalaciones de desalación, pero no se le ha sacado un partido, que es lo que se persigue con este proyecto", ha manifestado Peñate.

Del archipiélago canario participan la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI),sus dos universidades públicas, la Fundación Centro Canario del Agua (FCCA), la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocán), los consejos insulares de Aguas de Gran Canaria y El Hierro, y la Mancomunidad Intermunicipal del Sureste de Gran Canaria, además del ITC.

Por parte de Madeira figura la empresa pública Aguas y Residuos de Madeira (ARM), de Cabo Verde participa la Agencia Nacional de Aguas y Saneamiento (ANAS) y su universidad, mientras que desde Mauritania lo hacen la agencia de promoción de acceso universal a los servicios (APAUS), la Universidad de Nuakchot Al Aasriya y una ONG.