La Sección VI de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife impuso penas de nueve meses y un día de prisión y multas por valor de 450 euros a Francisco J.G.M. y a Zebenzui G.M. por haber falsificado nóminas y contratos con el fin de conseguir créditos. De esta manera, recibieron hasta 106.200 euros que ahora deberán ser reingresados a la entidad bancaria que en su momento concedió los correspondientes préstamos.

G.M. poseía una empresa dedicada a la compraventa de vehículos en Las Galletas, mientras que el otro acusado se dedicaba como autónomo a hacer de intermediario en la venta de coches.

La Fiscalía considera probado que desde finales de 2007 a principios de 2008 ambos se pusieron de acuerdo para hacerse con diversas cantidades de dinero.

Para ello simulaban la venta de vehículos y con este fin pedían los correspondientes créditos.

De esta manera aportaban a la entidad financiera nóminas y contratos confeccionados por los propios acusados y que previamente habían sido alterados.

El objetivo era aparentar solvencia económica y así obtener financiación de los vehículos, "a sabiendas de que no existía relación comercial alguna entre los acusados y las personas mencionadas".

En consecuencia, estas últimas "ni estaban interesadas en adquirir vehículo alguno ni adeudaban cantidades por ningún concepto a los ya condenados".

De esta manera se suscribieron solicitudes de préstamos a base de imitar la firma de las personas señaladas y por las que recibieron cantidades que oscilaban entre un mínimo de 7.000 euros y un máximo de 22.500, hasta sumar los mencionados 106.200 euros.

En principio, la Fiscalía pedía cuatro años de prisión y que devolvieran 127.700 euros, pero previamente a la celebración del juicio se llegó al mencionado acuerdo.