La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife solicita 7,5 años de prisión para M.A.M., un hombre acusado de corrupción de menores y de almacenar y distribuir material pedófilo desde su apartamento en Granadilla. La Brigada de la Policía Nacional para delitos informáticos se incautó en su ordenador de casi 80.000 archivos pornográficos, de los que "varios" se correspondían a menores de 2 a 7 años sometidas a prácticas sexuales brutales, como violaciones, a veces con pinceles, jeringuillas y pinzas.

En el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial, el fiscal dijo que quedó "claramente acreditado" que el acusado es responsable de haber cometido los hechos entre 2008 y 2016, momento en el que ingresó en prisión de forma preventiva. El representante del Ministerio Público recordó que es un reincidente porque tiene una condena anterior, por posesión de pornografía infantil y acopio de material pedófilo. Todo ello se agravó con la distribución de estos archivos a terceras personas.

La Fiscalía cree demostrado que "sabía perfectamente cómo funcionaban las aplicaciones" emule y utorrent, que estaban instaladas en su portátil. Parte del juicio giró, concretamente, sobre las características técnicas de estos programas y cómo el material puede ser o no compartido con terceros. La defensa planteó su inocencia y señaló que solo quedó acreditado que 10 de estos archivos fueron descargados y distribuidos a terceros. Dicho letrado cree que tampoco se pudo demostrar si este material estaba en su ordenador y puso sobre la mesa discrepancias sobre la dirección y la propiedad de la línea telefónica, a nombre de su padre. La defensa planteó, sin éxito, durante las cuestiones previas que se vulneró el derecho a una tutela judicial efectiva y se cometieron diversas irregularidades a la hora de comunicar el secreto de sumario o su prórroga, así como en la custodia del material intervenido. Pidió que se tengan en cuenta las dilaciones indebidas y que, como mucho, se aplique una pena de cinco años de prisión. M.A.M. solo respondió a las preguntas de su abogado y lo hizo para negar que fuese un experto en informática. Admitió que ocasionalmente descargó material pornográfico para consumo propio y por ello traspasaba los archivos a discos externos. Dijo que cuando fue detenido estaba deprimido por cuestiones sentimentales, por lo que también consumía alcohol. Confesó que, de pequeño, sufrió abusos y se mostró dispuesto a recibir tratamiento psicológico. Asume que la actual acusación es similar a la 2007, que dio lugar a su condena. Ayer también declararon dos policías, que explicaron el contenido de la operación Magma, que concluyó con la incautación de hasta 1.600 archivos en una sola carpeta abierta al azar durante la intervención en su domicilio.

Europol dio el aviso

La detención se hizo después de que Europol avisara de que vigilaba un posible delito de corrupción de menores. Una agente indicó que del material incautado le llamó la atención un vídeo de "especial dureza", en el que una menor era violada en un coche mientras gritaba. Un perito explicó las características técnicas de las aplicaciones usadas para compartir archivos y exhibió dos vídeos que destacaban de los demás por su crudeza.