La Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias incorporará trabajadores sociales en los centros educativos para abordar la violencia escolar. Es una de las medidas incluidas en el plan contra la violencia infanto-juvenil, que empezará a desarrollarse el próximo curso y que se extenderá fuera del ámbito escolar con la colaboración de otras administraciones.

La consejera de Educación, Soledad Monzón, explicó a este periódico que la idea es que el proyecto se realice en varias fases. En la primera de ellas, varios centros de áreas turísticas, rurales y metropolitanas contarán con trabajadores sociales.

Su trabajo servirá para abordar situaciones conflictivas, pero, también, para elaborar un diagnóstico de las necesidades de cada núcleo educativo. "Es importante contar con trabajadores sociales, porque ellos pueden llevar a cabo esta función dentro y fuera de la escuela", explicó.

Tras este diagnóstico la Consejería podrá conocer con exactitud las necesidades del mapa escolar canario y distribuir los recursos en consecuencia.

Una de las líneas de actuación del plan consiste en la creación y puesta en marcha de un equipo interdisciplinar de ámbito canario, compuesto por profesionales de Sociología, Psicología, Educación Social, Magisterio y Trabajo Social.

El objetivo es que se desarrolle de forma participativa, implicando a la sociedad en general durante un curso entero: asociaciones, ayuntamientos, universidades, sindicatos, partidos, empresas, colegios profesionales, expertos externos, etcétera.

Monzón considera que la violencia no es un problema grave en las aulas y que Canarias no registra una cifra elevada de casos de acoso escolar, pero sí entiende que hay que es un fenómeno que no se circunscribe solo al contexto escolar, sino que va más allá de las aulas.

El plan también prevé la creación de un Observatorio para la convivencia escolar que promoverá el uso de protocolos para gestionar los conflictos de convivencia y de acoso escolar y creará un sistema de recogida y análisis de información sobre la convivencia en estos centros.

"La intención es que este plan cuente con la colaboración de toda la ciudadanía. El papel de las familias es fundamental, especialmente cuando hablamos de casos de ciberacoso", apuntó.

La consejera defendió la efectividad del plan de convivencia positiva que se ha implantado en el sistema escolar público, pero subrayó la importancia de impulsar medidas de prevención.