Sortear la crisis y la irrupción de factores como las nuevas tecnologías no es fácil. Por eso es necesario agudizar el ingenio. Y eso es lo que trata de hacer la Asociación de Empresarios del Kiosco de Santa Cruz (Adeko) para salvar un negocio que durante los últimos años ha retrocedido a pasos agigantados.

El colectivo que preside José Luis Castilla está en conversaciones con el Ayuntamiento de la capital, dentro del debate de algunas ordenanzas que les afectan, con el objeto de aportar ideas que puedan beneficiar al colectivo.

Una de ellas, avanza Castilla, es la posibilidad de que estos quioscos puedan contar a su alrededor con mesas de lectura, con el objeto de facilitar a sus usuarios la posibilidad de leer, bien en papel, bien a través de la red, aprovechando que muchos de estos establecimientos ya cuentan con wi-fi.

"Queremos ser colaboradores con el consistorio", recalca el presidente de Adeko, quien sugiere también, dentro de ese papel, la idea de que los quioscos de prensa suministren las bolsitas para recoger las heces de los perros que facilita el ayuntamiento.

No es, en cualquier caso, la única vía que proponen. También trabajan en la posibilidad de que estos establecimientos puedan disponer de validador de loterías, una vez que la Directiva Bolkestein ha liberalizado este mercado.

Son planteamientos con los que quieren hacer frente a los retos a los que se enfrentan desde hace varios años: crisis, internet, irrupción de tiendas 24 horas y multitiendas asiáticas, precio del tabaco, actualización de las gasolineras...

"La competencia es brutal", recalca el presidente de Adeko, quien pone como ejemplo el perjuicio que les ha provocado la red de redes. Lo explica así: "El daño es doble, porque no solo se ha dejado de vender el periódico, sino otras cosas que podía llevarse la persona que lo compraba, como unas golosinas. Es decir, que se ha perdido el cliente completo".

En definitiva, distintos factores que han ido mermando la cantidad de establecimientos de este tipo en la capital. Castilla calcula que en estos momentos pueden quedar unos 60-70, frente a lo más de cien que hubo hace unas décadas.

Solo en el barrio de La Salud, y de ello quedó constancia en la última sesión del tagoror del distrito -el PSOE llevó el asunto-, hay cerrados cuatro, y otro tiene una actividad muy limitada.

Y los que quedan en el municipio "están haciendo un esfuerzo importante para mantenerse", enfatiza José Luis Castilla, quien reconoce que algunos propietarios tiene dificultades, incluso, para afrontar el coste de la retirada de la vía pública una vez que cesa la actividad. "Pocos se atreven a la aventura y reabren, pero luego vuelven a cerrar", subraya.

En este sentido, el concejal de Infraestructuras de Santa Cruz, José Alberto Díaz-Estébanez, explica que el régimen de adjudicación de estos quioscos es distinto al de los que no son de prensa. En este caso es a través de una licencia.

"Cada uno de ellos se concede por una forma de transmisión específica, para un empleado que lleve más de un tiempo determinado, o el hijo heredero, etc. Y si no se ejerce esta función pueden pedir la baja. Y lo normal en este caso, si no hay actividad, es que se demuela para ganar espacio para la ciudad", sentencia el edil.