Después de salir a cenar y con un par de copas, él le empieza a meter mano torpemente en los aparcamientos, se viene arriba y se vuelve un bandido. Empieza a susurrar cositas cochinas, pero con esa poca gracia que tienen algunos, que para lo que van a decir ya podían quedarse callados. Y es que una de mis ex me contó que a su actual ligue le pone echar un quiqui en el "parking". Al ahondar en los cómplices ojos de mi amiga, se deshizo en mil desternillantes historias que pondrían en ridículo a uno de los personajes más conocidos de nuestra ciudad. Con una mente cerrada desde siempre, nuestro hombre ha sido un recatado marido que hoy quiere desinhibirse y echarse al monte.

Torpe en las artes amatorias en general, y además en los "parkings", este nuevo casanova pone en un brete a mi ex cada vez que se quiere volver Nacho Vidal, porque, según me cuenta ella, a quien le recuerda es a Fernando Esteso y a Andrés Pajares. Mi amiga lo tiene más fácil, porque supongo que dará puerta a tan desagradables situaciones, pero este pollo lo tiene complicado. ¿Qué hacer cuando no tienes ni don ni arte? Pues lo que rima es fastidiarte, pero no me gustaría ser cruel. Supongo que todo es entrenar, pero la madre del cordero es buscar una entrenadora. Lo cierto es que mi amiga tiene palpitaciones cada vez que entra en un "parking" y este hombre, que desde niño ya era pureta, se tira mano a la entrepierna patosamente. Yo lo animaría a buscar un "sex coach", hoy tan en boga, pero ¿ustedes qué harían?

@JC_Alberto