Sobre el replicar de las campanas de las torre de la Concepción de La Laguna certifican una verdad como un templo. "Aún no sabemos lo que va a venir en el futuro, pero este es el repertorio que más nos une", confirman Badel Albelo y Giancarlo Santelli respecto a la inminente presentación de los temas incluidos en el disco "Dos tenores, dos pasiones". El encuentro con los solistas está programado para el 22 de abril, a las 21:00 horas, en el Auditorio de Tenerife. Santelli y Badel son las piezas más visibles de una aventura en la que se alistaron Atlántida Music, con la producción de Sergio Núñez, la plataforma Fidelio Artist y la batuta de Juan Francisco Parra, que diseñó el repertorio y, además, es quien normalmente trabaja las partituras de los hermanos Albelo, de Jorge de León o de Giancarlo Santelli. "Los que nos dedicamos a esto siempre tenemos entre ceja y ceja el sueño de grabar un disco, pero cuando te lo planteas de verdad comprendes lo complicado que resulta llevar a buen puerto una empresa de este calado", sostienen los artistas en una conversación en la que se cuela el martilleo de un operario que perfora unos adoquines.

"El futuro siempre es la consecuencia de haber hecho las cosas bien en el presente", sostiene Santelli mientras Badel piensa la respuesta que dará a la cuestión de si "Dos tenores, dos pasiones" se puede considerar como una obra de coleccionista. "El repertorio es cercano y eso es lo que deseamos transmitir en el directo", añadiendo que "al final todos los discos se acaban convirtiendo en un material que tratas de custodiar de la mejor forma posible. Sobre todo, cuando te gusta... Una de las razones de ser de esta experiencia es provocar que el público se sienta identificado con lo que está escuchando", puntualiza el hermano de Celso Albelo. "Desde luego, nada de esto hubiera sido posible sin la existencia de un estudio, un trabajo y, sin duda, un gran empeño", enumera Badel.

Un piano y dos grandes voces. Eso es lo que contiene un álbum que en su callejero musical distingue la presencia de compositores tan destacados como Agustín Lara, Augusto Brandt, Ernesto Lecuona, Guastavino o Rafael Hernández.

Sobre la laboriosa tarea que se abrió a la hora de iniciar los preparativos de este álbum, Santelli declara que "desde el principio tuvimos claro que queríamos ser muy respetuosos con la idea original de los compositores y la letra de unas obras que traspasan fronteras... Además, no nos quisimos quedar en los títulos más conocidos, sino que perseguimos una belleza y unidad estilística que, sinceramente, se aprecia a lo largo de todo este catálogo musical", recomienda un cantante que reside en la Isla desde hace más de una década. "Nos conocimos en un certamen de rondallas en el año 2006", desvela Badel en un instante de la conversación en la que certifica que las pistas de "Dos tenores, dos pasiones" se pueden llevar sin demasiadas dificultades al directo. "Solo hay dos voces y un piano. Todo está organizado alrededor de esos dos elementos, por lo que es relativamente sencillo mostrarlo en público", acota antes de descubrir un plus que todavía no se ha materializado al cien por cien.

"Lo que sí vamos hacer es un videoclip de un tema ("Silencio") que será orquestado", desglosa en el epicentro de un interrogatorio a dos bandas en el que se abren y cierran puertas de un edificio artístico en cuyo zaguán se identifica el recital que tendrá lugar el próximo sábado en el Auditorio de Tenerife. "¿Nervios?", se autopreguntan Giancarlo y Badel en referencia a lo que esperan de la noche de estreno. "Los que yo tengo ahora mismo son de los buenos, es decir, de los que no te bloquean... Pero los nervios que se pasan no son tan distintos a los de un estreno de un rol en una ópera", confiesa Albelo. En ese punto, su cómplice dice que "lo único que falta en el disco son los aplausos de la gente... Esto no es el producto de un capricho o de una casualidad. Aquí todo está muy pensado y las exigencias son altas. Insisto, no se trata de reunir unas canciones sin sentido. Las primeras que nos vengan a la cabeza y ya está, sino crear un vínculo entre la música y las personas que van a escuchar esas composiciones. Es verdad que se pudieron elegir otras, pero estas son las que mejor definen el concepto del disco que teníamos en mente".

Otra de las cuestiones que se han tenido en cuenta a la hora de moldear esta grabación es acariciar la fibra de la audiencia. "Queremos romper esa frialdad que se origina entre los espectadores y el cantante lírico... Es verdad que ese prisma de lejanía existe tradicionalmente en este mundo, pero no es menos cierto que aquí nos hemos reunido dos amigos que, al margen de nuestras carreras en solitario, buscan alterar algunas pautas que se dan como unas barreras insalvables y que después no son tan costosas de sortear. Muchos piensan que dos tenores o dos sopranos no pueden compartir un proyecto de estas características sin que aparezcan unas rencillas, pero nosotros pasamos muchas horas estudiando y ensayando y, a su vez, también quedamos para tomar una cerveza o un refresco", apostilla Albelo.

A partir de la idea anterior, el venezolano repite que "el entorno clásico es competitivo y frío, pero aquí no hay malos rollos entre tenores... Es importante que las personas que se acercan a la lírica entiendan que no todo funciona igual, es decir, que se pueden dar las tensiones habituales en cualquier trabajo y también situaciones tan favorables como las que nos hemos encontrado a la hora de planificar este disco", avanza sin adivinar que está a punto de ser interrumpido por su colega. "Al principio esto parecía que se iba a quedar en una broma, quizás, en un sueño irrealizable... Los dos nos hemos empeñado desde el principio en que saliera bien", destaca en un tramo de la charla en la que inevitablemente aparece una de las claves de este trabajo. "Nuestras voces suenan distintas al escucharlas", avisa Badel antes de entregar la palabra a Santelli. "Ni Sergio Núñez ni Juan Francisco Parra nos permitieron escuchar el material que ya se había cerrado". Ahí es cuando Albelo reivindica un sentido de la perfección que, según él, está muy bien logrado en todo el disco. "Ellos saben que somos bastante pijoteros y que siempre queremos mejorar lo que ya está hecho, aunque el margen sea mínimo. Esa es otra de las virtudes que se aprecian en este dueto".

Sobre futuras colaboraciones en empresas de este perfil, Santelli advierte que "algunos compositores ya se han puesto en contacto con nosotros para ofrecernos la posibilidad de cantar obras que son inéditas". Badel Albelo, por su parte, alarga el perímetro de esta alianza a unos "amigos" que ya están prestando labores de asesoramiento. "Celso es mi hermano, pero también ese un gran amigo por el que te dejas asesorar... Tanto él como Jorge de León o Pancho Corujo nos han brindado buenos consejos"... "Celso no solo es un magnífico profesional, sino una gran persona", solapa Giancarlo.