Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil duplicarán los controles de velocidad, desde este lunes 17 de abril y hasta este domingo día 23, para vigilar que los conductores cumplen los límites establecidos en las carreteras.

En especial, la campaña se llevará a cabo en los más de 140.000 kilómetros de vías convencionales que hay por toda España, al ser carreteras que presentan un mayor riesgo vial y que registran ocho de cada diez fallecidos, según informa la Dirección General de Tráfico (DGT).

Como suele ser habitual en este tipo de campañas, la DGT invita a los ayuntamientos a sumarse a la misma de modo que también en las vías urbanas se realice esa concienciación y se controle la velocidad.

Tal y como recuerda la institución, la velocidad, ya sea excesiva (por encima de los límites establecidos) o inadecuada (dentro de los límites pero sin ajustarse a las condiciones de la vía, el vehículo o el conductor) es un problema de seguridad vial en muchos países, según establecen la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE) y la Conferencia Europea de Ministros de Transporte (ECMT).

En ambos casos, la velocidad es un "factor de riesgo fundamental que determina la mayor o menor incidencia en la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas en caso de accidente --indica la DGT--. Además, en el caso de accidentes mortales, en un 20% de ellos la velocidad fue un factor concurrente".

De hecho, en 2015 (último año con datos consolidados) más de 300 personas fallecieron en las carreteras en accidentes en los que la velocidad fue uno de los factores que estuvieron presentes.

El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ha señalado que "la vigilancia que se establece sobre la velocidad obedece a la necesidad de que se cumplan los límites con el fin de evitar accidentes y víctimas". "Se trata de concienciar a los conductores de que a una velocidad moderada se corren menos riesgos", ha comentado.

RIESGO DE MUERTE REDUCIDO AL 10%

Según el estudio ''El porqué de los radares: efectividad de los radares como medida de control de velocidad'', elaborado por el Grupo de Investigación Facthum.lab de la Universidad de Valencia, "la velocidad excesiva reduce el tiempo de reacción, dificulta el control del vehículo y la rectificación de la trayectoria, aumenta la agresividad y el estrés del conductor y altera el funcionamiento sensorial (disminuyendo el campo visual) y el fisiológico (aumentando el nivel de fatiga)".

Además, según la Dirección General de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea, la velocidad es un factor determinante en el 30% de los accidentes mortales y el exceso de la misma aumenta tanto el riesgo de sufrir accidentes como la probabilidad de sufrir lesiones de carácter grave e incluso morir.

Esta misma situación se produce también en el caso de atropellos a peatones. Según recuerda Tráfico, la OMS considera que a partir de 80 kilómetros por hora es "prácticamente imposible que un peatón se salve en caso de atropello", mientras que a una velocidad de 30 kilómetros por hora, el riesgo de muerte del peatón se reduce al 10%.

LAS CARRETERAS LIMITADAS A 90 KM/H, LAS QUE MÁS SE INCUMPLEN

A pesar de la evidencia científica, los límites de velocidad establecidos para los distintos vehículos y vías siguen sin respetarse por la totalidad de los conductores, según subraya la DGT.

Precisamente, en el último estudio de medición de la velocidad libre realizado por la institución, los indicadores obtenidos describen que las vías convencionales limitadas a 90 kilómetros por hora son las carreteras donde más se incumplen los límites de velocidad. Así, cuatro de cada diez conductores circulan a velocidad superior a la permitida, un 25% superan la velocidad en más de diez kilómetros por hora y un 12% en más de 20 kilómetros por hora.

Por otro lado, existen determinados sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) que permiten reducir el riesgo de accidente. Algunos de estos sistemas son, según la tipología del siniestro, el FCW (Alerta de colisión frontal); AEBS (frenado automático de emergencia); SLI (indicador de límite de velocidad) o ACC (control de crucero adaptativo).

Según el estudio de la DGT ''Informe y análisis sobre la influencia de los sistemas de ayuda a la conducción en la seguridad vial y su aplicación para la clasificación de vehículos'', la implantación generalizada de dichos sistemas en los vehículos reduciría la severidad de los accidentes en un 57% y evitaría una cifra de 51.000 siniestros y sus consecuencias.