Como ha ocurrido en los últimos meses, un nombre no mencionado en el pleno de ayer no dejó de estar presente. El ya conocido como "disputado voto del diputado Quevedo" hizo que, en varias ocasiones, las miradas, alusiones y hasta el enfoque de la cámara del circuito interno de TV del Parlamento (el ofrecido por internet) se dirigieran al "jefe" de Quevedo aunque no estuviera hablando: Román Rodríguez, portavoz y líder de NC. Pese a que no tuvo ocasión de decir nada nuevo sobre si, al final, su escaño en Madrid se convertirá en el apoyo número 176, el clave para que las cuentas se aprueben y no dependan del voto por separado de las enmiendas, Rodríguez fue apelado continuamente por los grupos que respaldan el presupuesto. Tanto Curbelo (ASG) como Antona (PP) le instaron a "no defraudar" a los canarios y desaprovechar esa posición privilegiada con un voto que, de momento, NC ha convertido en una enmienda a la totalidad, si bien se muestra abierta a negociar y cambiar si se mejoran mucho los números para Canarias, al considerar insuficiente lo que se baraja ahora.

Las alusiones, por supuesto, las intensificaron diversos consejeros y diputados de CC, quienes, entre otras cosas, subrayaron que la conversión de las cuentas estatales en las mejores para Canarias, "no de la vida", según Barragán, "pero sí desde 2012", se debe al único voto de Oramas. Román, sin embargo, no se dio por muy aludido.

El pleno lo semicerró Tavío (PP) con otra cosa muy seria, al advertir de la reducción, en dos cursos, de más de 8.000 alumnos de FP. Una involución crítica que, incluso, le llevó a afirmar que sería más rentable concertar las 33.000 plazas actuales. Por supuesto, la consejera Monzón rechazó esto y siguió apostando por modernizar la FP, por ligarla a las empresas y emular el modelo vasco. Eso sí, avisó de que es imposible hacerlo en un año y que le han dicho que allí costó dos décadas, aunque nada dijo de si depende tanto del presupuesto estatal y del apoyo también del PNV, que se da por hecho, por cierto, sin que se haya confirmado aún.

Las "virguerías" de la consejera de Educación

El presupuesto estatal, como decimos, dio para mucho. Por ejemplo, para que Soledad Monzón (Educación) sorprendiera con una réplica de autoafirmación al PSC. Aunque admitió que, cuanto más dinero, mejor, dijo que, con los 10 millones más que tendrá de Madrid, hará "virguerías" tras lo hecho con numerosos centros (que citó). Los pocos diputados de CC presentes la ovacionaron, aunque, claro, no convenció ni a PSC ni NC, que ironizó por la tarde.

IV Foro de las RUP y el restaurante de Barragán

En esa tarde, y aparte de los parabienes, dudas y críticas al IV Foro de las RUP, Barragán admitió las dificultades para reducir la burocracia y la administración y hasta le reconoció a Miguel Jorge (PP) que, tras su intervención sobre esto, duda abrir su anhelado restaurante.