La ''memoria ambiental'' --los cambios en el medio-- en gusanos se puede transmitir en los genes de hasta 14 generaciones, según un estudio con participación del Centro de Regulación Genómica (CRG), el Institut de Recerca Josep Carreras y el Institut de Recerca Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), han informado este jueves en un comunicado conjunto.

El estudio, que se publicará este viernes en la revista ''Science'', ha utilizado como modelo un pequeño gusano nematoda (''C. elegans''), al que se ha introducido un gen chip transgénico que es una larga cadena de copias repetidas de un gen que codifica para una proteína fluorescente.

Cuando los gusanos estaban a 20 grados, el chip transgénico era menos activo, emitiendo solo una pequeña cantidad de proteína fluorescente, pero al cambiar los animales a un clima más cálido de 25 grados, la actividad del chip se incrementaba de forma significativa, por lo que los animales emitían una brillante fluoresencia al observarlos con luz ultravioleta en el microscopio.

Al volver a la temperatura ambiental habitual y más fría, los transgenes continuaban muy activos, lo que sugiere que, de alguna manera, estaban reteniendo la memoria, y el estudio ha observado que los niveles altos de actividad se transmitieron a su descendencia y hasta a siete generaciones más tarde, aunque nunca hubieran sido expuestos a 20 grados.

Los investigadores han descubierto que el número de generaciones afectadas se incrementa "considerablemente" al exponer los gusanos de las cinco primeras generaciones a 25 grados, y después, el efecto fluorescente, se mantenía durante, al menos, 14 generaciones.

MUESTRA MÁS DURADERA

Este fenómeno había sido observado en otras especies de animales, pero tendía a disiparse al cabo de pocas generaciones, y los resultados de este estudio son la "muestra más duradera de la preservación de un cambio ambiental en la memoria a lo largo de generaciones nunca observada hasta ahora".

"No sabemos muy bien por qué pasa, pero podría ser una forma biológica de planificación anticipada", ha sostenido el primer autor del estudio, Adam Klosin, quien ha añadido que los gusanos tienen una vida corta, por lo que transmitir la memoria de las condiciones vividas en generaciones previas puede ayudar a sus descendientes a predecir en qué ambiente se encontrarán probablemente en el futuro.