Dirige Cepsa en Canarias en unos años de parálisis de la refinería. Sin embargo, José Manuel Fernández Sabugo resalta la multiactividad de la compañía, su gran posición en el mercado, que ampliarán con iniciativas como la nueva bombona de butano y propano, aparte de dudar sobre el fin del petróleo, sin que por eso niegue que se ha de apostar por la energía limpia. "Desde los 15, oigo que quedan 50 años de petróleo", asegura, al tiempo que subraya que Canarias sigue dependiendo de un 92 al 95% de energía fósil.

¿Les ha costado mucho adaptarse al parón de la refinería, cómo es el día a día: sienten frustración?

Cualquier readaptación es dura y, si es a menor, también. Pero, bueno, somos una empresa profesional que lleva mucho tiempo en el mercado y entendemos que unas veces la situación es favorable y otras, menos. Además, tenemos los resortes internos necesarios para que los reajustes se hagan con normalidad empresarial. Nos hubiese gustado que hubiese sido de otra manera, pero nos hemos adaptado.

¿Han sido cambios radicales?

En absoluto. Tuvimos, sobre todo, un mimo especial con las personas, que es algo obligado.

¿No se redujo nada la plantilla?

No, lo que sí pasó es que a la gente que trabajaba aquí se le ha buscado la ocupación activa, que es nuestra obligación, en otros centros. Además, había un colectivo próximo a la jubilación y se le ha facilitado.

¿Cree que este impasse se prolongará mucho, es optimista o no con la resolución del recurso?

La verdad es que no tenemos juicio. Sabemos que el asunto está en los tribunales y respetaremos el veredicto cuando se produzca.

Al menos, ¿sus asesores les dan esperanza sobre sus argumentos?

En su día ya dijimos que no compartíamos ni el fondo ni la forma de lo ocurrido con la medición del aire y por eso estamos en el juzgado.

Si el recurso no prospera, ¿sí habrá cambios sustanciales?

No hablaremos de eso; hemos asumido que es un tránsito que debemos pasar y, hasta que el tribunal no se pronuncie, no diremos nada.

Y, mientras, Cepsa sigue siendo una empresa clave en las Islas: ¿hacia dónde ve el futuro, piensan expandirse, a qué actividades?

Ya somos unos viejos. Hemos cumplido 86 años en Canarias y tenemos el poso suficiente y la presencia en el mercado que todo el mundo reconoce, y prueba de ello es la aceptación de los productos. Tenemos una posición sólida y la mantendremos. Este centro lo tenemos ahí, en un esquinita, y ya veremos qué hacemos, pero nuestra presencia aquí es una realidad y seguirá.

Ahora han incorporado bombonas: ¿es un símbolo del futuro?

Llevábamos toda la vida teniendo un distribuidor único de LPG y la verdad es que tampoco le habíamos dado mucha importancia hasta que dijimos que queríamos llegar de los derivados del petróleo al cliente final. Y lo hemos hecho con este modelo de bombona, que es una forma muy noble de llegar al cliente sin hacer campañas agresivas. Hemos puesto a disposición del cliente una realidad energética que el mercado la demandaba, ya que, como usuarios, debemos reconocer que siempre es mejor tener más de una opción.

Ha habido una posición monopólica, pero, ¿garantizan que habrá una reducción de precios?

Con los LPG, los precios son un asunto complejo...

El margen es pequeño, pero se supone que la competencia los baja...

La competencia siempre es buena, eso está claro. Para los que estamos en el mercado, porque nos ayuda a ponernos las pilas y ser más eficientes, y a los usuarios, porque tienen más posibilidades. Pero los mercados del gas tienen una parte del precio de los envases regulado y, luego, los marca el boletín, y otros envases no están regulados. Los nuestros no lo están, pero no hemos entrado en una guerra de precios. Creemos que no es el formato...

Pero la apuesta sí es fuerte...

Es para coger más cuota de mercado y que sea la que un buen producto de Cepsa tiene.

¿Igual con la red de estaciones?

Lo de la red de estaciones es otro hecho curioso, porque hablamos ahora de la distribución de los LPG y, en su momento, con las estaciones pasó lo mismo. Cepsa comenzó con sus estaciones no hace muchos años, ahora tenemos unas 78 y nos encontramos en una situación confortable, que no aspiramos a duplicar, ni muchísimo menos...

Pero sí va ir a más: ¿en cuántas?

Irá a más, pero no sustancialmente, no será una subida brutal.

Volviendo a las botellas, ¿por qué decidieron ahora lanzarlas?

Pues porque, como todo en la vida, en cierto momento se toma la decisión, no hay un motivo especial.

¿No hubo debate, no pudo aplicarse hace 15 años, no era prioritario? Es que muchas pueden vincular a la parálisis de la refinería...

Pues no, no tiene relación unívoca. En su día, estaba ese distribuidor y no teníamos la inquietud y, en cierto momento, la compañía dijo que sí tenía esa inquietud de sacar la botella, aunque lo de la botella de Cepsa ha sido una batalla dura contra el Estado para su aprobación.

¿Por qué?

Pues porque, hace unos años, la única que había en la Península era la de Repsol y, en Canarias, la de Disa. Aprobar nuevos envases fue una batalla muy dura, ardua, un montón de tiempo en proyectos... Al final, se logró homologarla y Cepsa fue paulatinamente implantando el envase en varias regiones y, ahora, el equipo ha dicho que toca aquí.

¿Cómo fue la reacción de Disa?

Hombre, todos somos adultos y estos son mercados abiertos, vivimos en la UE y no pasa absolutamente nada. Disa es un excelente cliente nuestro y será un excelente compañero en el mercado.

¿Los estudios de mercado les barruntan un gran éxito, quizás hasta por el prestigio de Cepsa?

La verdad es que ha habido una aceptación impresionante, primero porque la botella en sí es un pedazo de producto...

Hay mucho restaurante, hotel...

Y tienen un producto ideal, al ser una botella ligera, con seguridad, trazabilidad, y sabes siempre en dónde ha estado y en qué condiciones. Tiene su chip inteligente, que te permite ver las rotaciones y, con el prestigio de Cepsa, le auguro un buen futuro a este producto.

Están muy presentes en los puertos canarios: ¿aprovechan las Islas sus puertos como debieran?

(Risas). Es una pregunta que no me corresponde responder a mí...

Pero son una compañía crucial y algo, o mucho, podrá decir...

Como ciudadano canario, creo que el éxito está en tratar a Canarias como un todo. Debemos ser una comunidad de la que se diga que está en medio del Atlántico y que es un referente en puertos, aeropuertos y en todo. Si vamos en esa sintonía, el futuro será bueno. Si empezamos a disgregarnos, ya sabemos que eso trae siempre menos eficiencia.

¿Es imprescindible que entre en funcionamiento el puerto de Granadilla o no tanto porque, pese a todo, se ha funcionado bien?

Con ese puerto, la reflexión que nos hacemos todos es por qué ha tardado tanto. Por eso, bienvenido sea y, cuando esté operativo, tendrá también su cuota de mercado, pero, hoy por hoy, no ha llegado ni un barco. Suponemos que potenciará los tráficos y los mercados hacia los consumidores del sur, aunque creo también que hay que darle tiempo para que la demanda se vaya generando en esa localización.

¿Hay un desequilibrio con los puertos y cae el de Santa Cruz?

No necesariamente; al final, los puertos son plataformas comerciales que venden servicios y logísticas. Eres atractivo para alguien que no está y quiera pasar y hacer un tránsito. Creo que ambos puertos son perfectamente compatibles, lo único es que hay que hacer una labor importante de salir a los mercados y capturar a los clientes.

Cuando escucha la apuesta por la energía limpia en Canarias y lo de que, en 2019, haya un 30% (ahora es del 7%), ¿se lo cree, es realista, basta con desbloquear la eólica?

Cuando se ponen cifras en la mesa, a veces somos demasiado optimistas. El mundo tiene que ir a cambiar el color y, cada vez más, poner tonos más verdes, eso es una realidad...

¿Cepsa lo tiene muy asumido?

Totalmente.

¿Y está preparada para ello?

Llevamos tiempo, con nuestra división de gas y electricidad, apostando por ese tipo de mercados. Tenemos un espíritu, una vocación y una obligación de servicio que son los que son, pero el miedo que me dan esas declaraciones y demagogia es que, en cierto momento, todo el mundo piensa que, con un chascarrillo de dedos (y lo hace), mañana vamos a ser todos verdes, y no: esto es un camino que tiene su inercia y que deberá tener su época de despegue y crecimiento. Pero el miedo que tengo es que, cuando se habla de energías limpias, igual no somos capaces de ver el ciclo de vida de la energía completa que usamos. Siempre pongo el ejemplo de mi padre, que vive en León y que ya está mayor, pero siempre dice que la energía más limpia es la luz eléctrica porque, al llegar a su casa, enciende el cacharrillo y eso no echa humo del carbón ni nada, pero, claro, hay que ver de dónde viene esa energía, pues, si viene de la central térmica que quema carbón, entonces el ciclo no es tan limpio como parece.

Habla de demagogia: ¿hay demasiada respecto a la vida del petróleo? ¿Cuánto tiempo seguirá Canarias recurriendo básicamente a él?

(Risas) Siempre he oído que hay reservas para 50 años más, pero lo oigo desde que tengo 15. Se dice siempre 50 años más, 50 más... pero porque las tecnologías y opciones de extracción son mejores. Además, aparecen otras fuentes, como las pizarras bituminosas. Por otro lado, está la dependencia de los combustibles fósiles. Hoy, Canarias sigue usando entre un 92 y un 95% de energía fósil y, evidentemente, eso tiene que reducirse, aunque paulatinamente.

Pues el pacto, aunque ya roto, dice que habrá un 100% de energía limpia en 2050: ¿otra quimera?

Lo creo demasiado ambicioso.

¿El paso intermedio del gas natural sí es imprescindible?

Ese paso ayudará; todas las economías van por ahí, pero podríamos hacernos una reflexión: el gas natural fue una apuesta importante en los últimos años y, de hecho, el puerto de Granadilla y el de Arinaga están enfocados así, pero, de repente, hay bandazos y llegamos a lo de la unidad territorial, pues en una provincia se posicionan de una forma diferente a la otra... Sin embargo, hoy por hoy sigo sin ver el gas natural en las Islas, no está...

Pero no duda de su eficacia...

No, en absoluto. De hecho, tenemos una división que comercializará gas sin problema y somos accionistas del oleoducto de Argelia que lo traerá a Almería...

Aun así, ¿a qué achaca el retraso canario con la energía limpia sobre regiones con mucho peores condiciones, como Navarra (un 70%)?

No lo sé; sí sé que la realidad es la que es, que se produjo un parón que ahora sufrimos, pero igual también, y para ver el aspecto positivo, nos ha hecho hacer las cosas mejor ahora. Entiendo que, cuando acometes estas energías, hay un periodo más de experimento y buenas intenciones que de eficiencia. No es la misma la de los molinos de viento de hace 10 años que la de los de ahora. Y lo mismo con las placas. Los sectores deben automadurarse, debemos ser más racionales y pensar en las cestas energéticas.

Se habla de cambio de modelo productivo, y ahí está el Fdcan, pero ¿no hay contradicciones con el ITC, estamos mal en I+D+I, en NNTT...?

(Risas) Los sectores a los que uno se tiene que dedicar tienen también su madurez. Nos dedicamos a transformar energía; si mañana hiciéramos flores, necesitaríamos un periodo de aprendizaje para hacerlas, ponerlas en el mercado, ser competitivos y, en un tiempo, tener retorno. Decir que el modelo económico canario depende del turismo no es decir un secreto, pero hay que hacer cosas y me he dado cuenta de que, muchas veces, la población o muchos sectores quieren que eso sea inmediato, cuando un cambio de modelo necesita una generación, dos... Debes empezar a dar pasitos y no parar. Canarias tiene áreas que son verdaderas desconocidas para los que vivimos aquí, pero con una gran proyección internacional...

¿Cuáles ve con mayor potencial?

Apostaría por las tecnologías de las comunicaciones. Tenemos Athos, un referente mundial...

Y, sin embargo, languidece el ITC.

Sí, un pedazo de instituto; es una contradicción, una de esas cosas que pasan, aunque lo conozco por la prensa... Pero es una pena.

¿Ha fallado Canarias en la formación técnica, en la FP, universidad, en la investigación...?

El futuro nos juzgará, pero soy muy crítico con esto, sobre todo con la FP. Ya peino canas y recuerdo que, antes, estar en FP era ser un chaval de segunda. Nos cargamos la FP, hemos potenciado mucho el mundo universitario, pero hemos sido incapaces de darle salida laboral y creamos ahí un hueco enorme. La formación en Canarias debería ser mejor, una apuesta irrenunciable.

¿Han buscado a mucho personal fuera por no hallarlo aquí?

Desde que estamos aquí, hemos sido uno de los formadores claves. Pero nuestro ámbito es internacional y buscamos a los mejores profesionales donde los haya.

Pero el arraigo es importante...

Sin embargo, siempre hago una reflexión: Cepsa se crea en 1930 en esta ciudad y somos el referente del refino en España. Durante 20 años, no hay ninguna otra refinería y, con la siguiente, la gente que sabe de refino es de aquí y lo implanta fuera... Por tanto, se ha perdido la gallina de los huevos de oro: la universidad, sobre todo la facultad de Químicas, la FP y las escuelas que ha habido aquí, en Cepsa... Era un modelo implantado: ¿qué ha pasado para que nos lo hayamos cargado?

Pese a su prudencia, y haya sentencia en contra o no, ¿el futuro pasa por una reubicación de la refinería o siguen descartándolo?

No elucubramos. Lo hemos pasado muy mal con el plan de calidad del aire y la campaña que se ha hecho y no queremos hacer ningún comentario sobre el futuro, aunque me acuesto tranquilo cada día. Cuando se pronuncie el tribunal, tomaremos la decisión que sea, aunque hay que entender que, en el mundo del refino y el petróleo, la volatilidad es impresionante. Estábamos acostumbrados a aquello de la senda creciente, pero ya no es así.

¿Telurio? "Si hay riqueza, se debe aprovechar"

Preguntado por el asunto energético de estos días, el telurio cerca de Canarias, lo tiene muy claro: "Si aparece riqueza en una región, se debe aprovechar, aunque de manera racional, sin perjudicados. Tener un riqueza en un territorio y no aprovecharla es de juzgado de guardia". ¿Y la ligazón con las prospección? No hubo petróleo en cantidad y calidad para extraerlo, pero, ¿algún día volverá a hallarse y se repetirá la polémica? "Que haya o no, no lo sé. Nosotros participamos de la exploración y producción y que no hubiera no me defraudó. Sabemos cómo funciona ese bienhacer: hay estudios preliminares, los geofísicos van y se debe decidir si se invierte. Para ese paso, debe hacerse un test, pero como uno se hace un análisis de sangre en un hospital para saber qué tiene. Es para saber si el pozo es viable, y eso fue lo que se produjo en Canarias. Quizás el debate debió esperar a saber si había o no. Yo lo viví desde fuera, porque no estaba en Canarias, pero me dio la impresión de que había un rechazo a la riqueza". Más bien a los riesgos para nuestra principal riqueza, que es el turismo... ¿No había tantos riesgos? "No conozco el proyecto, pero sí sé que, en el mundo, hay prospecciones en cualquier sitio y a los noruegos no les pasa nada".

700 empleos, turismo, petroquímica y paro

Cepsa cuenta con 700 trabajadores en Canarias, pero su director subraya los muchos indirectos que genera, así como la impresionante necesidad de petroquímica. "Casi no hay una pieza de un coche que no derive del petróleo, aparte de los medicamentos, la sanidad... Seguramente debemos difundir mejor esto porque muchos no lo saben. Si la demanda canaria crece, Cepsa crecerá, y al revés. La crisis nos afectó y en los últimos 3 o 4 años, crecemos, pero no significa que siga así. Me da mucho miedo el boom turístico, que celebro, pero tiene una parte importante coyuntural por los países con problemas. La pregunta es si Canarias sostendrá el crecimiento al 3,8 durante los próximos 10 años. Ojalá, pero permítame ser cauto, y más si atendemos a que el tejido industrial es muy pobre, sobre el 3%, y que, como con las energías limpias, esto no va a absorber todo el paro".