Germán Sánchez, titular el pasado domingo ante el Numancia después de tres jornadas sin jugar, afirma que la fortaleza del Tenerife reside en el "día a día" y advierte de que el partido con el UCAM es "el más importante" del curso.

¿Qué enseñanza trajo de Soria?

Al fin y al cabo, sumamos. Por las circunstancias y el minuto en el que encajamos el gol, nos quedamos fastidiados, pero ahora toca otro partido importante fuera.

¿Hay atasco de aspirantes?

Resulta un poco curioso que los de arriba no estemos sumando de tres en tres ahora, cuando durante casi toda la temporada sí lo hicimos. Pero cada equipo tiene sus necesidades: nosotros, la de ganar por estar arriba, y otros, por salir de abajo, por ejemplo. Los detalles hacen decantar las balanzas.

¿Detecta algún factor mental?

Cada semana es distinta. A estas alturas de la Liga es más difícil ganar porque todos los equipos se están jugando algo. Por ejemplo, en Soria se nos fue el triunfo en el minuto 93 por un detalle.

¿Siente que se dejó escapar la oportunidad de cazar al Girona?

El Girona ha caído varias veces y nosotros no sumamos lo suficiente para recortar más la distancia que nos separa. Pero tenemos que vivir el día a día y no mirar ni arriba ni abajo, sino a nosotros, tratando de ganar en cualquier campo.

¿Se ve jugando la promoción?

De nada sirve decir que un "playoff" se disputa con mucha ilusión si luego no nos clasificamos. Lo importante no es pensar tan a largo plazo, sino llegar bien a Murcia. El día a día es lo que nos está manteniendo arriba.

¿La Condomina es un campo propicio para volver a ganar?

Puede serlo si hacemos las cosas bien. Siempre viajamos con el convencimiento de que podemos ganar en cualquier campo. El UCAM se está jugando la permanencia y nosotros, algo muy bonito. Será un partido complicado en el que ellos usarán todas sus armas, igual que nosotros. Nos lo tomamos como el más impotente de la temporada. Hay que sumar tres puntos para seguir arriba y pensar en algo más ilusionante.

¿Repetirá en la alineación?

Es algo que nunca sabemos hasta una hora y media antes de cara partido. Ahí es cuando nos lo dicen los técnicos. Eso es bueno, porque así se mantiene el nivel competitivo del grupo. Y los resultados están claros: como equipo, formamos un gran bloque.

En Los Pajaritos volvió a jugar después de tres jornadas. ¿Qué tal?

No noté que llevara ese tiempo sin competir, porque intento trabajar cada día para jugar lo antes posible. Y me sentí bien.

Su trayectoria es curiosa. Esta campaña completó dos etapas de once partidos jugándolo todo y no tardó en recuperar el puesto. La continuidad no depende de usted.

Si yo fuese el entrenador, fíjate... Pero lo decide el míster. Somos un grupo bastante amplio, hay mucha competencia en todas las líneas y es muy difícil ser titular. El cuadro técnico nos mantiene en vilo y todos damos lo máximo para poder entrar en el equipo. Ser terceros en la tabla y estar en una buena dinámica es fruto de eso, de competir con el compañero para ver quién se hace con el puesto.

Pero usted siempre encontró la manera de volver a ser titular.

Los futbolistas somos egoístas y todos queremos jugar estemos como estemos y en el momento que sea. Pero hay un cuerpo técnico que se encarga de dirigir todo eso, y si no entras, hay que entrenar hasta que te pongan.

Perdió su sitio por una sanción. ¿Cómo le sentó no continuar?

Yo también entré en el equipo por la sanción de un compañero. Si un jugador participa y cumple, el míster lo hace bien al confiar en él. La competitividad da frutos.

En esta etapa incluso se quedó fuera de una convocatoria. No dio la impresión de venirse abajo.

La procesión se lleva por dentro. A nadie le gusta vivir esa situación. Intenté ayudar desde fuera. Solo pensaba en llegar al siguiente entrenamiento para intentar estar en las listas y volver a jugar.

¿Ha evolucionado en estas dos temporadas en Segunda A?

He aprendido mucho. Por ejemplo, la velocidad que hay en Segunda B no tiene nada que ver con la de esta categoría. Después de casi dos años, te acostumbras al nivel y estás más tranquilo. Y con los compañeros tan geniales que tengo, lo llevo bastante bien.

¿Está conforme con su papel?

Sí. Estoy agradecido al Tenerife porque me dio la oportunidad de estar aquí. Intento sacrificarme cada día para llegar bien a los partidos, contentar a la gente y, sobre todo, contentar al cuerpo técnico.

Se ha ganado la renovación.

Hay una cláusula por partidos, pero prefiero no hablar de eso estando en un momento tan importante de la temporada.

¿Cuál es su preferencia?

Estoy muy contento. La vida aquí está muy bien. ¿Por qué no?

¿Apoyaría que siga Martí?

No soy quien decide, pero los resultados hablan por sí solos.