Ha sido designado hace poco embajador de Senegal en España y se ha estrenado con una visita a Tenerife. El general Mamadou Sow no habla aún español y el cónsul en la Provincia tinerfeña, Bernard Lonis, sirve de intérprete, pero el protagonista tiene algunas cosas muy claras, como que “un país no tiene amigos, sino intereses”. Y, en eso, Canarias y Senegal están más que enlazados e “interesados”.

¿Por qué ha elegido Tenerife como su primera visita como embajador?

Al ser recién nombrado, debo visitar las regiones y he elegido Tenerife porque aquí hay una comunidad importante de senegaleses…

¿De cuántas personas?

Más de tres mil en Tenerife, aunque hay más en Gran Canaria. De todos modos, es difícil saberlo exactamente porque hay muchos que no tienen papeles…

¿Inmigración ilegal…?

Lo de inmigración ilegal es una definición del país de acogida, no del emisor. Es el de acogida el que decide si es ilegal o no, y no opino sobre esto. Elijo Tenerife porque es un buen ejemplo de integración, con un gran cónsul y una colaboración importante con el Cabildo y con Carlos Alonso, en particular.

De hecho, hay 18 proyectos de colaboración, pero no solo con Tenerife, sino con Canarias: de ellos, ¿cuáles destacaría más?

El que más me llena es Naatangue, un proyecto de desarrollo de granjas y que da formación a jóvenes en el sector agrícola para cultivar y criar animales. Esto ha ayudado a muchos a encontrar trabajo.

¿Lo tienen cuantificado?

No tengo las cifras, pero no solo hay muchos, sino que siguen aumentando porque es un proyecto que ha obtenido mucho éxito.

¿Destaca algo de los de medio ambiente, de investigación, desarrollo…? ¿También aumentarán?

Pero son proyectos a escala nacional, con toda España…

Pero Canarias es de las regiones con las que más colaboran…

Sí, hay muy buena colaboración, es de las regiones con la que más tenemos; además, descentralizada a nivel local.

El Gobierno canario dice que hay 11 empresas isleñas operando en Senegal, en la importación de telas y ropas, barcos, pescado…: ¿lo confirma? ¿Prevén más y en qué ámbitos? ¿Hay senegalesas aquí?

Hay más de una veintena (apunta el cónsul). Hemos constituido la Asociación de Empresas Españolas en Senegal y hay muchas canarias: basta con subirse en el Binter y verlo. Hemos lanzado también el Plan Senegal Emergente, que trata de garantizar la inversión en lo que corresponde al Estado, de forma que tranquilicemos al inversor sobre que su dinero está bien invertido. Las empresas allá están en el sector de la construcción, en el de infraestructuras, el comercio…

¿Y hay mucho potencial, mucho futuro? Los empresarios que van, ¿se quedan, se expanden?

Cada vez hay más. Se ha firmado también un acuerdo con el sector de la pesca. La perspectiva de mercado de Senegal para el español y el europeo es muy buena y muchos países están buscando su crecimiento en África. España es uno de ellos. Hay mucho interés de los chinos, los americanos, los canadienses...

Claro, pero Canarias está mucho más cerca y sus puertos son claves para ustedes. De hecho, de ellos procede el 28% del combustible y derivados como el papel, cartón o aparatos eléctricos que compran. ¿Ese porcentaje subirá más?

El objetivo siempre es mejorar el volumen de comercio entre ambos países. De todos modos, en Senegal hemos descubierto hace poco petróleo y gas y espero que, en el mañana, seamos autosuficientes y no tengamos que importar más. Pero, al mismo tiempo, España tiene experiencia en la extracción de petróleo y puede ayudarnos. En la comida de ayer (miércoles), hablé con los exportadores de papel de aquí y dicen que Senegal es el país donde más exportan: claro que hay perspectivas de desarrollo.

¿Qué le pareció la polémica en Canarias sobre el petróleo? ¿Algo así es concebible en Senegal: cómo lo conjugan con el turismo?

Nos basamos en la experiencia de otros países y hacemos todo lo posible para no tener incidencia en el medio ambiente. Además, hemos hallado el petróleo en zonas que no son turísticas, por lo que no tendremos esa oposición, aparte de que recurriremos a las empresas más especializadas en el petróleo.

A falta de saber si pertenece o no a Canarias, lo que lo dilucidará la ONU, se ha descubierto telurio cerca: ¿ustedes también lo explotan y, de hallarlo, lo tendrían claro?

Nos hemos centrado más en el petróleo, pero tenemos claro que, si mañana se confirma que también tenemos telurio en aguas de Senegal, seguro que lo aprovecharemos.

Con el turismo, ¿Canarias les sirve de referente, están aplicando nuestro modelo en su país?

Lo que hacemos es poner las leyes para facilitar las inversiones y que sean seguras. Eso le toca al Estado, pero, luego, se trata de inversiones privadas. Analizamos uno de los atractivos canarios, que es el trabajo con las líneas aéreas. Nuestro problema es el coste de vuelo a Senegal desde Europa, aunque la distancia es la misma que a Canarias.

Bueno, están un poco más lejos…

Una hora más lejos, o menos, pues depende de dónde vengas… Hay autoridades senegalesas que últimamente vienen a Canarias, algunas de la Agencia Nacional de Turismo, a estudiar y ver qué se hace aquí; han tenido entrevistas con el Cabildo, con Turismo de Tenerife...

¿Cada vez se venderán más pescados de Senegal en Canarias, más crustáceos, barcos, ropa…?

Trabajamos a fondo para esto, para que el balance comercial con Canarias se equilibre. Por eso, estamos atrayendo a inversores y, al mismo tiempo, entramos en la zona industrial y queremos que los puertos y aeropuertos de Senegal sean una plataforma para África.

Claro, pero compiten con precios más bajos y los subsectores de aquí, como el pesquero o el del plátano, se quejan de los costes laborales: ¿hay competencia desleal? A los plataneros les preocupa mucho cómo se extiende el plátano por África…

La competencia desleal es comprar productos a un precio por los suelos en un país, traerlos, manufacturarlos y volver a llevarlo al país de origen y venderlos a un precio 100 veces mayor. Eso sí es desleal…

Y casi colonialismo…

Se llama comercio desigual.

¿Tendrán cada vez más plátanos?

Sí, estamos desarrollando este subsector, pero, hasta hoy, importamos más de los que producimos.

¿Están muy preocupados por si, al final, gana Le Pen en Francia?

Las relaciones internacionales interesan a todos los países, no solo a Senegal. Las elecciones franceses tendrán consecuencias en todos los países europeos.

Pero no la verán igual a Macron...

El que sea presidente francés defenderá sus intereses; nosotros defendemos los de Senegal. Un país no tiene amigos, sino intereses.

“La inmigración para si el joven tiene trabajo”

Preguntado por las medidas que han tomado para controlar la emigración que abandona su país, el nuevo embajador senegalés en España recuerda que, cuando las cifras fueron muy elevadas en el pasado, “se creó el Frontex para controlarla con medios aéreas, militares y navales”. Según subraya, aunque es algo que siempre se ha sostenido (otra cosa son los resultados o el esfuerzo para ello), “la inmigración se parará cuando los jóvenes tengan trabajo en su propio país. La cooperación debe estar centrada en mejorar las posibilidades para que el senegalés se quede en su casa. Hoy, la inmigración a España se ha parado, no porque no haya más, sino porque las rutas han cambiado y ahora sale por Libia y llega a Europa a través de Italia. La cifra se ha invertido con proyectos como el de las granjas, pues se ha dado trabajo a miles de senegaleses, que eran candidatos a la inmigración”.

“Somos musulmanes, pero muy tolerantes”

¿Y no les preocupa el terrorismo internacional, cómo lo abordan y conjugan con el turismo? “El terrorismo internacional debe ser una preocupación para todos. Tanto para Canarias como para Senegal. La diferencia de Senegal con otros muchos países es que somos muy tolerantes, no somos integristas, la mayoría es musulmana, pero puedes beber alcohol, las mujeres pueden vestir como quieran…”.

Pero en Francia hay muchos senegaleses y no será igual Le Pen que Macron con los inmigrantes...

Con uno u otro, la relación de Francia con Europa tendrá más consecuencias que con Senegal.

O sea, que les da igual...

No habrá cambios, es un mundo de equilibrios: Francia tiene intereses en Senegal y Senegal allí, y cada uno defenderá los suyos.