Miguel Ángel Benítez es médico especializado en cuidados paliativos y trabaja en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Nuestra Señora de Candelaria. Esta unidad recibió un premio del Ministerio de Sanidad por sus buenas prácticas, lo que la coloca como un referente para Canarias. Desde el miércoles y hasta el pasado viernes, Benítez y varios médicos más, impartieron la octava edición de su curso avanzado en cuidados paliativos en Tenerife, que congregó a 50 facultativos de toda España.

¿Cuánta gente acude al año la Unidad de Paliativos de La Candelaria?

Incluimos en programa unas 1.200 o 1.300 personas anuales pero, finalmente, entre 500 y 600 pacientes al año ingresan en la unidad para, en poco tiempo, controlar los síntomas de su sufrimiento.

¿Cómo se controlan esos síntomas de sufrimiento?

En el 90% de los casos el tratamiento se basa en la medicación oral. Desde fármacos para el control de los vómitos hasta analgésicos potentes como la morfina o derivados de la morfina. En los casos en los que las personas, además, sufren de nervios, ansiedad o depresión, también utilizamos psicofármacos, aparte de la intervención con los psicólogos.

¿Qué diferencia hay entre una persona que recibe cuidados paliativos con una que no los recibe?

Con una enfermedad incurable, la diferencia es del día a la noche. Los cuidados paliativos son el día, y si no los recibe, la noche. La diferencia es sufrimiento 24 horas, frente a no sufrimiento o sufrimiento tolerable. Los cuidados paliativos son algo más que dar una pastilla de morfina. Los cuidados paliativos es comunicación, acompañamiento a las personas, es escucharles y tener la sensibilidad para entender que cualquier tipo de molestia significa sufrimiento.

Aparte del apoyo a las personas, ¿también se lo proporcionan a sus familias?

Cuando una persona se enfrenta a una enfermedad debilitante, incurable y progresiva, que le va a conducir a la muerte en un cierto tiempo, necesita mucho apoyo emocional y la familia es la que da ese apoyo. Sin embargo, la familia también tiene sus miedos, sus dudas y sus alteraciones emocionales y, por ello, también precisa de nuestro cuidado, nuestro apoyo, nuestra intervención. Incluso, cuando se va su ser querido, les ofertamos la posibilidad de trabajar con ellos la pérdida y el dolor.

¿Se ha encontrado con algún caso en el que se oferte proporcionar cuidados paliativos y el paciente no quisiera recibirlos?

Sí, hay casos. Yo creo que entre un 1 o 1,5% de las personas que están mal, han rechazado, más que recibir cuidados paliativos, acudir a la Unidad de Cuidados Paliativos porque lo identifican con una unidad de muerte que no es real. Allí hay pacientes que van a morir y quieren recibir el mejor cuidado en los últimos días, pero también hay muchos a los que les damos el alta. Por tanto, es más el rechazo a ese tipo de hospital porque significa la posibilidad de morir o porque murió allí algún familiar, que rechazar la intervención con cuidados paliativos.

¿Habría, entonces, que facilitar más información sobre los cuidados paliativos?

Creo que sí, que hay que dar mucha más información. Por un lado, creo que tenemos un problema sociocultural y es que no aceptamos que vamos a morir. Por eso, cuando existe la posibilidad de tener una enfermedad de riesgo que, con el paso del tiempo, conducirá a la muerte, el paciente se enfrenta y patalea y, a veces, rechaza cosas que le van a beneficiar. Por otro lado, hay todavía personas que confunden la intervención de cuidados paliativos con el acortamiento del tiempo de vida, nada más lejos de la realidad.

¿Hay suficientes recursos en Canarias para los cuidados paliativos?

Hace aproximadamente dos años, el doctor Marcos Gómez Sancho, pionero de los cuidados paliativos en Canarias, sacó un informe en el que comentaba que, si bien hace 10 o 15 años Canarias fue pionera en cuidados paliativos, hoy, en distribución de recursos, estamos a la cola del país. Es curioso que, siendo realmente pioneros, la administración no lo haya sido para aportar todos los recursos.

¿Han solicitado al Gobierno de Canarias más recursos?

Los pasos que estamos dando los damos directamente en la estructura de poder. Hacemos las solicitudes a la Dirección Médica y a la Gerencia que, se supone, las tienen que elevar. El exconsejero de Sanidad, Jesús Morera, fue el primer consejero que tomó el tema de cuidados paliativos de forma seria. Convocó a todos los profesionales para conocer las necesidades y ver las posibilidades de desarrollo de un programa con intervenciones rápidas y a medio plazo. En esas reuniones se entendió, por todos los profesionales que trabajan en paliativos en Canarias que, donde hay un problema acuciante y urgente es en Tenerife. Curiosamente, la isla de Tenerife, es la que menos recursos tiene en cuidados paliativos, con respecto a todas las islas. Una isla donde, a su vez, tenemos la suerte de que su unidad es una de las de mayor trascendencia y reconocimiento a nivel nacional. Sin embargo, el consejero se fue y estamos igual que hace 4 años, han vuelto a decaer la sensibilidad y el proyecto. Nuestro objetivo es crear un programa que sea tan consensuado, que no cambie según el partido que este en el poder.

¿Habla de un plan inamovible?

Bueno, me refiero más a un plan que pudiera mejorarse, pero única y exclusivamente a partir de datos científicos que lleven a la mejora, nunca a partir de opiniones políticas.

¿En todas las islas hay una unidad o más de una?

Hay recursos de cuidados paliativos en todas las islas, eso no significa que se necesiten unidades. Ahora, si hacemos la relación de profesionales y número de camas, por población, Tenerife es la peor. En el Hierro hay uno o dos profesionales, sin existir una unidad específica, que trabajan con atención domiciliaria. Sin embargo, Tenerife tiene 11 camas desde hace 17 años y la población ha crecido. Según los ratios de la OMS, deberíamos contar con 50 o 60.

¿Cómo podrían mejorar los cuidados paliativos en Canarias?

Sería cuestión de expandir, no de crear de la nada. Simplemente aportar más recursos. Existiendo un equipo tan bueno como el que tenemos, no es una inversión para que se vean los primeros resultados en 3 o 4 años, sino que tendría una acción automática.