El capitán Antonio Márquez Hernández es el jefe de sector de la Unidad de Helicópteros de la Guardia Civil en Canarias. Tras casi 24 años de experiencia como piloto de estas aeronaves y la realización de muy diferentes servicios en todas las islas, habla con "conocimiento de causa" en materia de planificación de emergencias y rescates. Una de sus últimas intervenciones más conocidas fue la evacuación de parte de las personas que se quedaron atrapadas en el Teide por el bloqueo del Teleférico.

Para quienes observan sus evoluciones en el terreno o a través de los vídeos, sus actuaciones conjuntas con el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) pueden parecer algo sencillo, espectacular y que está "sobradamente aprendido" por pilotos y rescatadores. Pero esa impresión no se ajusta a la realidad. El capitán Márquez incide en la importancia de que todos sus pilotos estén constantemente entrenándose, en muy diferentes tipos de terreno, para que, cuando llegue la emergencia real, sean capaces de responder con eficacia y eficiencia.

Afirma que "hay que hacer un Plan de Emergencias para El Teide y practicarlo". Aunque ambos aspectos pueden parecer una obviedad, no lo es. Antonio Márquez reconoce que, desde algunos sectores del órgano rector del Parque Nacional, se ponen obstáculos para realizar entrenamientos operativos en dicho ámbito. Por eso indica que "necesitamos la flexibilidad de ciertas entidades" para poder hacerlo, ya que "no vamos a causar ningún daño". Y esa demanda la hace extensible para otros recursos de emergencias, que, como ocurrió el pasado mes, deben afrontar intervenciones reales conjuntas de cierta complejidad en alta montaña.

El jefe de la Unidad de Helicópteros en Canarias aclara que en labores de evacuación masiva de personas, como la ya citada del Teide, la de Teno el pasado año, o bien las de las riadas en La Caldera de Taburiente, nada debe dejarse a "la improvisación, todo debe estar planificado, hablado y estudiado". Aclara que la improvisación debe aplicarse durante los entrenamientos. Y otra advertencia que realiza a los pilotos recién llegados a su área es que "la tensión y la intensidad deben mantenerse en todo momento", aunque la misma operación se haga cinco o seis veces en un par de horas.

Actualmente, los helicópteros de la Guardia Civil, junto con el Grupo de Montaña, son activados para los rescates de máxima dificultad. Márquez manifiesta que echa en falta que se les alerte más y para todo tipo de servicios, con el fin de que sus pilotos acumulen más experiencia real antes de afrontar las intervenciones más difíciles.

Antonio Márquez es hijo y nieto de guardias civiles. De madre palmera, su infancia transcurrió entre Garafía, El Paso, Los Llanos o el Puerto de la Cruz. Precisamente, en este último municipio, nació su vocación de ser piloto de helicópteros, cuando un día un teniente, llamado Molina, llevó un helicóptero del cuerpo de seguridad hasta la ciudad turística. Estima que, en los últimos 24 años, ha podido participar en más de 500 rescates, búsquedas, salvamento de vidas o traslado de cadáveres. Y efectuó numerosos traslados por necesidades sanitarias, antes de que el Servicio de Urgencias Canario se creara y tuviera su propio helicóptero. Como especialmente impactantes, recuerda el trabajo para evacuar heridos y transportar fallecidos en la galería Piedra de Los Cochinos, en Los Silos, o bien el traslado de cinco inmigrantes fallecidos en la Isla de Lobos. Guarda un grato recuerdo del rescate de un hombre mayor que se perdió en Los Silos y, que tras tres días desaparecido, fue hallado con vida en una zona escarpada. Cuando lo halló el equipo de Montaña, dicha persona dijo que miraba a su pueblo mientras esperaba para morir. Otro servicio al límite se produjo en la ladera del Pico Viejo con dos mayores belgas en febrero del año pasado. Según relata Márquez, a pesar de que la mujer estaba infartada, de la altitud, del viento, de la falta de luz por ser de noche y de que solo tenía de referencia la linterna de un agente de Montaña, se logró rescatar y salvar la vida a ambos turistas.