La recién estrenada terapia con aves rapaces para el tratamiento de niños y adultos con dificultades cognitivas y enfermedades raras arroja los primeros resultados de la mano de un proyecto pionero en España dirigido por cetreros profesionales, terapeutas y psicólogos.

El programa, estrenado con éxito en un hospital de Castilla-La Mancha, está dirigido por Jesús Gómez, maestro cetrero y criador de rapaces desde hace más de 30 años, quien, ayudado de un equipo de psicólogos, se ha convertido en lo que se conoce como "therapeutic bird".

El uso terapéutico de animales data de finales del siglo XIX, cuando en Inglaterra se acudió a esta práctica, conocida como zooterapia, para tratar a personas con discapacidad intelectual; casi un siglo después, Alemania experimentó con enfermos de epilepsia.

Hoy, la zooterapia está reconocida por la ciencia y son numerosos los proyectos en los que intervienen delfines, caballos o perros para el tratamiento o mejora de ciertos trastornos cognitivos, como el autismo o el asperger, y para mejorar la calidad de vida, la motivación, la autoestima y el aprendizaje en niños y adultos.

"Las rapaces son igual o más eficaces para estos trabajos que los perros, caballos o delfines", ha explicado Jesús Gómez, y de hecho "los marines de Estados Unidos las emplean desde hace 30 años para el tratamiento psicológico de sus pilotos de combate".

Para Jesús, este es "el proyecto más ilusionante" de su vida, y eso que a lo largo de su dilatada trayectoria ha trabajado con reconocidos cetreros, como Aurelio Pérez, colaborador de Félix Rodríguez de La Fuente, o ha participado en multitud de programas de televisión, conferencias, cursos y exhibiciones.

Con su empresa, Águilas y Cetrería, y la ayuda de sus incansables terapeutas, sus rapaces, trabaja con personas "con diversidad funcional y enfermedades raras a través del contacto con las aves", que sirven de agentes motivadores y potenciadores de la afectividad.

En España "colaboramos con la asociación Sonrisas, que aglutina la acción social de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para ayudar a gente a mejorar la autoestima, la seguridad y luchar contra las fobias".

"Esas familias reciben lo que la medicina normal no logra", ha explicado Jesús, quien asegura emocionado que "lo que vivo y lo que veo desde este lado, la evolución de los chavales, es impresionante".

Cetrero "por la gracia de dios", como él mismo se define, Jesús Gómez es también el único en España que adiestra aves rapaces para la caza de "drones hostiles", aquellos, ha explicado, que atentan contra la seguridad o la intimidad de las personas.

Cuenta para ello desde hace algo más de un año en la localidad madrileña de Chapinería con seis grandes águilas, reales y calvas americanas, ideales para capturar en vuelo drones "como una medida más de seguridad", una técnica que ya emplea la policía en Estados Unidos y en países europeos, como Holanda.

"Se trata de derribar drones hostiles que usan los ''paparazzi'' para fotografiar o grabar a famosos en sus propias casas o que amenazan la seguridad de un estado", ha explicado Jesús.

El adiestramiento comienza con aves jóvenes "que no han hecho antes este trabajo ni tienen en su cabeza otro tipo de caza", ha señalado, es "como el perro que busca drogas o explosivos, un reflejo condicionado por un premio que recibe al terminar su trabajo".

La regulación sobre el uso particular de drones "es dura, pero para quien quiere hacer el mal la legislación no sirve", ha asegurado Jesús, quien ya ha recibido peticiones de "gente de Marbella muy preocupada porque tienen un problema de vigilancia permanente".

Esteban Martín, delegado en Madrid de la Asociación Española de Cetrería y Conservación de Aves Rapaces (AECCA), ha explicado que el uso de aves rapaces para derribar este tipo de aparatos "tendrá mucha expansión en el futuro y muchas aplicaciones, tanto militares como civiles".

"Nosotros lo vemos con buenos ojos, apoyamos al cien por cien esta actividad", ha asegurado Martín, quien ha señalado que la AECA, que cuenta en España con un millar de socios, es la tercera del mundo, aunque por densidad de cetreros "es la mayor".