La propiedad del centro zen Dragonfly, que para la administración es la residencia de mayores Sor María de Jesús, quiso cerrar anoche, previa entrega de los mayores (16, según familiares de los afectados) a las familias, a las que comunicó el cierre vía Whatsapp de texto y de voz. Margarita Morales, la directora, aseguró a EL DÍA que solo había tres parejas de alemanes "que se marchan hoy (por ayer)" y una persona que debía ser recogida por sus familiares.

Dos denuncias fueron interpuestas ante la Guardia Civil. Una de ellas, por la hija de una mujer de 86 años, con alzhéimer y diabetes, "a la que no me puedo llevar porque necesita atención especializada". La otra denunciante estuvo ayer en el centro y explicó que "conté 16 ancianos en la habitación del fondo". Fue a quien la directora comunicó que debía recoger a la anciana porque no dispondría de asistencia. Al no acudir, quiso que la ambulancia del SCS la retirara del centro, pero los familiares no autorizaron el traslado en presencia de la Policía Local, explicó.

La alcaldesa, Carmen Luisa Castro, gestionó con el IASS el realojo provisional. Asimismo, el juez de guardia fue informado de lo sucedido. En torno a las 22:00 horas, el personal abandonó el recinto, donde la directora dijo que se quedó con la anciana y una amiga. Sobre el centro hay una orden de clausura cautelar del Gobierno canario, cuya aplicación se prevé la semana próxima.