El conglomerado japonés Toshiba estima una pérdida neta de 950.000 millones de yenes (7.700 millones de euros) para el ejercicio de 2016, un 19,5 % interanual menos, anunció hoy la compañía, cuyos resultados financieros se encuentran todavía en manos de un auditor.

La empresa tokiota publicó una estimación de sus resultados del pasado ejercicio (entre abril de 2016 y marzo de este año) -susceptibles a ser modificados por el auditor en su revisión en curso- en el que prevé un patrimonio neto de 540.000 millones de yenes (4.400 millones de euros).

En cuanto al operativo, Toshiba calcula una ganancia de 270.000 millones de yenes (2.180 millones de euros) -frente a la pérdida de una año antes-, y una facturación de 4,87 billones de yenes (39.300 millones de euros), con una caída de un 5,5 % interanual.

Toshiba, que el pasado abril presentó sus resultados de los nueve primeros meses del ejercicio 2016 (abril-diciembre) tras retrasarlos dos veces, decidió publicar esta estimación mientras espera el visto bueno del auditor a sus cuentas del año completo "para que (la situación) no afecte a los inversores", explicó en un comunicado.

Hoy finaliza el plazo no vinculante de 45 días solicitado por la Bolsa de Tokio a las empresas para presentar sus resultados.

El conglomerado japonés de electrónica e infraestructuras indicó en el texto que espera liquidar su deuda a través de la inyección de capital externo en su escindida rama de chips, y emitió una previsión provisional en la que espera retornar a beneficios.

El principal motivo de la caída de Toshiba en el pasado ejercicio ha sido el hundimiento de su negocio nuclear estadounidense, Westinghouse Electric, cuyo grave endeudamiento ha derivado en la declaración en quiebra de la empresa por el incremento de los costes laborales y de construcción para las nuevas centrales atómicas en dicho país.

El anuncio de Toshiba fue bien recibido por sus inversores, y a las 13.02 hora local (4.02 GMT) sus acciones subían más de un 4 % en la plaza bursátil tokiota.