Durante la tarde de ayer continuaban sacando material del interior del inmueble situado en Las Tanquillas (Güímar) que ocupó la residencia de mayores Sor María de Jesús y que pasó a ser el centro zen Dragonfly el pasado 15 de marzo, un recinto de alquiler extrahotelero, según manifestó la directora del mismo, Margarita Morales. La misma señaló a la concejal de Servicios Sociales, Socorro González, y al trabajador de confianza y coordinador municipal del Partido Popular (PP), Víctor González, de "estar orquestando esta caza de brujas" de la que se considera víctima.

"Esto está orquestado por la concejal y por Víctor, un supuesto jefe de la Policía", afirmó reiteradamente ante Radio 6 Tenerife, definiendo al empleado eventual del consistorio como cargo policial porque, explicó, daba órdenes que obedecían los agentes.

Margarita Morales acusó a la concejal de "haberse dedicado a coger tanto a los familiares de diferentes personas que han estado ahí como a los exempleados y hacerles comparecencias" a fin de perjudicarla.

La directora del centro aseguró que "me pusieron vigilancia policial sin que un juez lo dictara", en alusión a la presencia casi permanente de una patrulla de la Policía Local frente al inmueble desde la tarde del sábado. Por ello, pregunta por qué se dice que trasladó ancianos en furgones estando los agentes como testigos de lo que sucedía en el entorno.

Durante su intervención (superó los 35 minutos), Morales no aclaró cuál es el destino actual de los ancianos que se encontraban en el establecimiento de Las Tanquillas, limitándose a indicar que "están donde decidieron" y aclarando que en el centro había "personas mayores de 18 años y ninguna incapacitada".

Explicó que aquellas tres personas mayores que permanecieron en el centro después del cambio de actividad lo hicieron "porque no podían ser trasladadas a sus casas", acusando a los familiares de "no querer recogerlos". Margarita Morales llegó a manifestar que el sábado pasado la familiar de Laura (una anciana que terminó en el Hospital Nuestra Señora de Candelaria y de la que la directora llegó a indicar que estuvo a punto de sufrir un ictus el mismo sábado por la noche) advirtió al personal del centro (cuando se personó en el mismo) que transmitiría al exterior que había unos 20 ancianos y que presentaría una denuncia. La denuncia existe y consta que en el interior del inmueble vio a 16 ancianos (ella lo niega), igual que en otras denuncias y testimonios de personal autorizado que accedió al inmueble el sábado por la noche.

Margarita Morales estuvo 16 años vinculada al centro de Las Tanquillas y anunció que el pasado día uno abrió otras instalaciones.

Esta mañana, ante el juez como investigada

Margarita Morales tendrá que comparecer durante la mañana de hoy en el Juzgado de Güímar para declarar en calidad de investigada. Lo hará como consecuencia de las denuncias presentadas con anterioridad al fin de semana último y que dieron lugar a un expediente a través del que la Consejería de Política Social del Gobierno de Canarias decidió el cierre cautelar de las instalaciones, medida que no materializó, aunque el dispositivo estaba avanzado.

Todo está en manos de las autoridades judiciales

Durante los últimos días, Margarita Morales también ha presentado denuncias como consecuencia de la situación vivida. Además de negar la presencia de 16 ancianos y aclarar que el inmueble es una propiedad privada, aseguró que perdió un cliente importante (al que había alquilado el lugar) que abandonó el recinto ante lo acontecido.