El presidente de EEUU, Donald Trump, criticó hoy el nombramiento de Robert Mueller como fiscal especial de la investigación sobre la injerencia rusa en los comicios presidenciales de 2016, mientras en el Congreso tanto republicanos como demócratas cerraron filas a su favor.

Mueller, director del FBI entre 2001 y 2013, hasta la llegada de James Comey, fue nombrado este miércoles por el fiscal general adjunto, Rod Rosenstein, quien estaba a cargo del tema en el Departamento de Justicia después de que el fiscal general, Jeff Sessions, se apartara del caso por haberse reunido con funcionarios rusos durante la campaña.

"Creo que daña a nuestro país terriblemente porque muestra que estamos divididos, no unidos como país. Y creo que tenemos que hacer cosas muy importantes ahora, como tratados comerciales, o asuntos militares", afirmó Trump.

En declaraciones a un grupo de presentadores de las principales cadenas de televisión, Trump dijo también que se trata de "una pura excusa para los demócratas" por haber perdido las elecciones de noviembre pasado, por lo que deseó que la investigación "avance rápido" para mostrar "unidad" al resto del mundo.

Asimismo, durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, el multimillonario también fue preguntado por el nombramiento de Mueller, que calificó de "caza de brujas", aunque aseguró "respetar el movimiento".

Al volver a ser cuestionado por los periodistas sobre si trató de poner fin a la investigación que pende sobre su exasesor de seguridad nacional Michael Flynn, como revelaron unas informaciones del diario "The New York Times", Trump fue rotundo, y, cortante, respondió "no", para pedir a continuación la siguiente pregunta.

"Incluso mis enemigos han dicho que no hay colusión. No hay colusión, Rusia está bien", dijo Trump respecto a las investigaciones sobre la posible coordinación de su campaña con el Kremlin para perjudicar a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, la candidata demócrata.

Sin embargo, las reacciones en el Congreso han sido a favor del nombramiento de Mueller, muy bien considerado por los legisladores.

Precisamente hoy, los cien senadores de la Cámara Alta participaron en una sesión informativa con Rosenstein a puerta cerrada donde, según aseguraron luego varios demócratas, el fiscal general adjunto les aseguró que sabía que Trump despediría a Comey antes de escribir su memorando sobre él.

La tormenta política sobre Washington se desató cuando hace una semana Trump decidió destituir de manera fulminante a Comey, algo que la Casa Blanca atribuyó en un principio a una recomendación de Sessions, basada en un informe de Rosenstein.

Sin embargo, el propio Trump lo desmintió a sus portavoces en una entrevista posterior al asegurar que Comey había perdido la confianza de su agencia y que ya tenía decidido sacarlo del cargo independientemente de los consejos del Departamento de Justicia.

El despido de Comey ha sido interpretado como un intento de evitar que siguiese investigando el entorno de Trump para esclarecer sus posibles lazos con Rusia.

"Él sabía que Comey iba a ser destituido antes de escribir su memorando", dijo la senadora demócrata Claire McCaskill a los periodistas tras salir del encuentro con Rosenstein, algo que más tarde también confirmó el número dos de su partido en el Senado, Dick Durbin.

El senador republicano Lindsay Graham apuntó que la investigación, que se maneja como un caso de contrainteligencia, puede acabar en una investigación de carácter penal.

Tanto republicanos como demócratas aplaudieron el nombramiento de Mueller como fiscal especial del caso dada su probada independencia.

La crisis en el Gobierno de Donald Trump se ha profundizado en vísperas de que este viernes emprenda su primera gira internacional.

En la última semana se ha desvelado que también reveló información altamente confidencial al ministro ruso de Exteriores, Sergéi Lavrov, en una reunión que mantuvieron en la Casa Blanca, y que además pidió a Comey acabar con la investigación que pendía sobre su exasesor de seguridad nacional, Michael Flynn, quien tuvo que renunciar por sus vínculos con Rusia.