El Tenerife paró al campeón, pero no lo pudo derribar. El punto premia el desempeño de sus cualidades defensivas, de su consistencia, de su solidez y de su entereza como equipo, en un encuentro que evidenció, también, sus limitaciones para marcar la diferencia con la pelota. En especial para hacer llegar el balón a la zona de sus medias puntas.

Es verdad que pudo ganar en los últimos compases, con dos remates a los palos de Lozano y Cristo y que hubo un penalti no señalado, pero no es menos cierto que salvo en un tramo de 15 minutos brillantes en los que encontró con espacios a Shibasaki en la primera parte, el equipo de Martí tuvo notables dificultades para superar a la segunda línea de los levantinistas que, dicho sea de paso, evidenciaron su condición de mejor equipo de la categoría.

El conjunto de Martí entró al partido con precauciones, sacó menos a los laterales a la fase ofensiva de lo que acostumbra y midió mucho no cometer errores para evitar que el Levante pudiera correr con la pelota, sobre todo por fuera con Rubén y Morales. Aún así, con el japonés jugando en tres cuartos de campo -su verdadero puesto- y centrado por detrás de Lozano, el Tenerife pudo desequilibrar el choque en el primer tramo. Gaku se dejó ver a la espalda de los interiores visitantes, se alejó de Verza para recibir y, siempre jugando a un toque, puso dos o tres pases de categoría, habilitando a Ñíguez y a Lozano ante el portero, pero ambos incurrieron en fuera de juego por muy poco. El hondureño gozó de otra ocasión (18'') pero llegó sin fuerzas ante Oier. La influencia del japonés fue tan alta en el partido que el técnico visitante, López Muñiz, reaccionó y cambió el dibujo sobre la marcha. Fue un golpe de mano propio de un entrenador de categoría. Había empezado con Verza de pivote y con dos interiores más avanzados, Lerma y Espinosa. Para quitarle espacios a Gaku, adelantó a Espinosa y retrasó a Lerma. Formó un doble pivote y cubrió mejor la zona por delante de sus centrales. Shibasaki se quedó emparedado entre las dos líneas visitantes y el equipo perdió profundidad inmediatamente. El Tenerife se mantuvo firme, le discutió con éxito cada posesión a un rival que jugaba a un ritmo bajo, y controló el partido, pero no supo cómo llevar la pelota a la zona de ataque. Entre los pases errados y los previsibles, su inicio de juego desde el fondo y por el medio fue demasiado plano para superar líneas. Una acción aislada generó una ventaja para Lozano, empujado por Chema ante el portero. El penalti se fue al limbo. Esa jugada habría desequilibrado el partido.

En el descanso, Muñiz afianzó su idea, metió a Campaña y su dinamismo pareció contagioso, porque el Levante empezó a ganar campo y se hizo dueño de la pelota un buen rato. El Tenerife, cada vez más lejos de Shibasaki, tiró de Suso en lugar de Ñíguez. El mensaje pareció una apuesta por la contra frente a la posesión del rival. El partido se fue equilibrando, aunque siguió más vivo en la disputa en medio campo que cerca de las áreas. El Levante corrió cuando pudo, que fueron pocas veces, y de resto trató de mantener el balón con un Lerma impresionante en el medio.

Martí apostó por Cristo y el canterano rondó el gol varias veces, sobre todo en su disparo al larguero en el último minuto de un tramo final en el que se sucedieron todas las ocasiones que faltaron antes: Roger se acercó a su suerte de toda la temporada tras un remate que salió junto a un poste (84'') y en la réplica fue el palo el que repelió el tiro de Lozano en un buen centro de Gaku desde la derecha. La entrada de Jouini por Lozano, solo para jugar cinco minutos, mojó los últimos cartuchos, porque pareció una invitación a olvidar la opción de entrar por abajo para elegir el juego directo.

0-0

TENERIFE-levante

Tenerife: Dani Hernández; Raúl Cámara, Jorge, Germán, Camille; Vitolo, Aitor Sanz; Tyronne, Aarón Ñíguez, Gaku y Choco Lozano. En el minuto 59, Suso entró por Aarón Ñíguez; en el 77'', Cristo González, por Tyronne, y en el 87'', Jouini por Choco Lozano.

Levante UD: Oier (1); Iván López (1), Rober Pier (1), Chema (2), Toño (1); Verza (1), Lerma (2); Rubén García (1), Espinosa (0), Morales (1); y Roger (0). En el descanso se quedó en la caseta Espinosa y entró en su lugar Campaña (1); en el 66'' Casadesús (s.c.) suplió a Verza, y en el 70'', Pedro López (s.c.) a Iván López.

Árbitro: Javier Alberola Rojas (Comité Castellano Manchego). (1) Lo asistieron en las bandas Raúl Escuderos y Alfredo Rodríguez. Su gran error fue no señalar como penalti, con la consiguiente tarjeta, el claro empujón de Chema a Lozano cuando el hondureño se disponía a cabecear el balón (40''). Trató de llevar el partido haciendo el menor uso posible de las tarjetas y acertó porque el encuentro nunca llegó a endurecerse. Bien en el resto de jugadas de apreciación y también uno de sus asistentes en la señalización de dos fueras de juego en acciones en las que Ñíguez y Lozano se quedaron ante el portero visitante. Amonestó a los visitantes Verza (55'') y Rober Pier (85''). El cuarto árbitro fue Alexis Pulido.

Incidencias: Partido de la trigésimo novena jornada del Campeonato Nacional de Liga de Segunda División, la Liga 1 2 3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López, ante 15.226 espectadores. Tarde calurosa y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. El Tenerife lució su indumentaria oficial y el Levante el suyo, azulgrana en la camiseta y rojo el pantalón.